El Secretario de Estado de los Estados Unidos, Michael Pompeo, expresó su preocupación por las acciones de Turquía en el Mediterráneo oriental después de una reunión en Nicosia el sábado con el presidente chipriota, Nicos Anastasiades.
“Seguimos profundamente preocupados por las operaciones en curso de Turquía en busca de recursos naturales en zonas sobre las que Grecia y Chipre afirman su jurisdicción en el Mediterráneo oriental”, mencionó Pompeo.
Su visita a la isla duró solo un par de horas, tras las reuniones en Doha, Qatar, sobre el proceso de paz en Afganistán, y siguió a la visita del Ministro de Asuntos Exteriores ruso Sergei Lavrov a principios de la semana.
Las tensiones estallaron en agosto después de que Turquía reanudó la exploración de gas en una zona en la que sus reclamaciones son impugnadas por Chipre, y comenzó ejercicios navales y estudios energéticos en aguas en las que Turquía y Grecia afirman derechos económicos exclusivos. Turquía y Grecia, ambos miembros de la OTAN, han desplegado desde entonces sus armadas en la zona, y Francia ha comenzado a ampliar su presencia militar allí como reacción a los pasos de Turquía.
“Cualquier disputa en el Mediterráneo oriental debe ser resuelta a través del diálogo y no por la diplomacia de las cañoneras”, indicó Anastasiades. También pidió a Turquía que detuviera sus agresivas acciones de provocación para reiniciar las conversaciones de reunificación de Chipre.
“Las actividades ilícitas, a pesar de los repetidos llamamientos a Ankara para que se abstenga de realizar acciones de provocación, deben cesar inmediatamente”, añadió.
Turquía y Chipre están enfrentados por las reservas de gas en alta mar en torno a la isla mediterránea de Chipre, donde la República de Chipre es un Estado miembro de la Unión Europea y tiene oficialmente la soberanía sobre toda la isla.
La isla se ha dividido efectivamente en dos desde que los militares turcos capturaron el tercio septentrional en 1974, tras un intento de golpe de Estado en el que una junta militar de Atenas trató de unir Chipre con Grecia. El Estado autoproclamado de la minoría turca en el norte, reconocido solo por Ankara, también reclama derechos sobre todos los recursos energéticos descubiertos frente a su costa.
La reciente decisión de los Estados Unidos de levantar parcialmente un embargo de armas de décadas de duración sobre Chipre aumentó las tensiones. “La renuncia fue un largo tiempo de espera. Hemos estado trabajando en ella durante un tiempo, fue coherente con la política americana durante mucho tiempo”, indicó Pompeo antes de la reunión con Anastasiades.
“La cooperación regional es necesaria para la seguridad energética duradera”, concluyó Pompeo.