La canciller alemana Angela Merkel fue presionada el jueves para que reconsiderara el gasoducto Nord Stream 2, que llevará gas de Rusia a Alemania, después de que ella mencionara que el crítico del Kremlin, Alexei Navalny, había sido envenenado con un agente nervioso al estilo soviético.
Merkel señaló el miércoles que Navalny, que está siendo tratado en un hospital de Berlín, fue víctima de un intento de asesinato con el agente nervioso Novichok, y exigió una explicación por parte de Rusia.
Moscú ha negado su implicación y ha indicado que Occidente no debe sacar conclusiones precipitadas.
Los países occidentales han condenado el ataque y muchos políticos alemanes quieren una respuesta dura.
“Debemos hacer una política dura, debemos responder con el único lenguaje que Putin entiende (el presidente ruso Vladimir), es decir, la venta de gas”, manifestó el jueves Norbert Roettgen, el jefe conservador de la comisión parlamentaria de asuntos exteriores de Alemania.
A última hora del miércoles, había dicho que la finalización del Nord Stream 2 “sería la máxima confirmación y estímulo para que Putin continúe con este tipo de política”.
El Nord Stream 2 duplicará la capacidad del actual gasoducto Nord Stream 1 de Rusia a Alemania.
Dirigido por la empresa rusa Gazprom con socios occidentales, el proyecto está completado en más de un 90% y está programado para operar desde principios del 2021, lo que podría dificultar su detención.
El proyecto ha dividido a la Unión Europea, y algunos miembros mencionan que socavará el tradicional estado de tránsito del gas, Ucrania, y aumentará la dependencia energética del bloque respecto a Rusia.
Los Estados Unidos, deseosos de aumentar las ventas de gas natural licuado (GNL) a Europa, también se oponen al gasoducto y han dirigido las sanciones a algunas empresas involucradas.
No está claro que Merkel, que ha sido inquebrantable en su apoyo al proyecto, ceda a la presión.
Demostrando que no tenía prisa por actuar, expresó el jueves que cualquier respuesta dependía del comportamiento de Rusia.
Añadió que la semana pasada el caso Navalny no debería estar vinculado al oleoducto, que está respaldado por Uniper, Wintershall DEA, Royal Dutch Shell, Engie y OMV.
Muchos en el partido conservador pro-negocios de Merkel quieren que se termine.
Un portavoz de Uniper, que ha dicho que prestará hasta 950 millones de euros para el proyecto, indicó que 2 300 km de los 2 460 km de los gasoductos gemelos que componen el Nord Stream 2 han sido colocados y Europa los necesita.
“Tanto el gasoducto como la infraestructura de GNL se necesitan urgentemente para garantizar un suministro de gas seguro, flexible y de bajo costo en Europa en el futuro”, continuó.
El excanciller socialdemócrata (SPD) Gerhard Schroeder, amigo de Putin y cabildero de las empresas energéticas rusas, ha estado involucrado en el gasoducto.
Muchos en el SPD, que comparte el poder con los conservadores de Merkel, también lo apoyan, pero el jefe del partido parlamentario del SPD mencionó que todas las opciones deben ser consideradas.
Destacados analistas de seguridad también están abogando por una postura dura.
“Si queremos enviar un mensaje claro a Moscú con nuestros socios, entonces las relaciones económicas deben estar en la agenda y eso significa que el proyecto Nord Stream 2 no debe ser dejado de lado”, afirmó Wolfgang Ischinger, presidente de la Conferencia de Seguridad de Munich y exembajador en Washington.