El coordinador de comunicaciones del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, reveló esta semana la magnitud de las pérdidas del Grupo Wagner en Ucrania, sugiriendo que sólo en las últimas semanas, más de 9.000 mercenarios privados de Wagner han muerto en el campo de batalla.
¿RIP, Grupo Wagner?
Los funcionarios de la Casa Blanca también afirman que más de 30.000 combatientes privados han muerto desde el comienzo de la guerra.
En declaraciones a la prensa esta semana, Kirby afirmó que, a pesar de las enormes pérdidas, el Grupo Wagner ha ido ganando terreno en la región de Bajmut en los últimos días. Los avances han sido muy reñidos, dijo Kirby, añadiendo que los combatientes de Wagner tardaron meses en lograr algún tipo de avance significativo en la región y que ello tuvo un “coste devastador” que no es sostenible a largo plazo.
“Es posible que acaben teniendo éxito en Bajmut, pero no les servirá de nada porque no tiene ningún valor estratégico real”, dijo Kirby.
Los servicios de inteligencia británicos coinciden en que, aunque el Grupo Wagner ha perdido un número considerable de tropas, la cifra real puede ser en realidad mucho mayor que las estimaciones de Estados Unidos.
Según el Ministerio de Defensa británico, hasta 60.000 combatientes del Grupo Wagner pueden haber muerto en la guerra hasta ahora, y hasta 200.000 pueden haber resultado heridos.
¿Por qué murieron tantos?
Wagner es conocido por su brutalidad en el campo de batalla.
Los mercenarios privados han sido acusados de cometer crímenes de guerra a lo largo de la guerra en Ucrania, incluidas violaciones y asesinatos de civiles.
Otros soldados de Wagner han utilizado mazos para asesinar a prisioneros de guerra ucranianos, y esta brutalidad de Wagner no siempre va dirigida contra los ucranianos.
Los líderes de Wagner han dependido en gran medida del apoyo de miles de reclutas de las prisiones, muchos de los cuales, al parecer, fueron enviados a la batalla sin entrenamiento ni equipamiento suficientes.
Los propios convictos rusos han declarado a los medios de comunicación occidentales que el Ministerio de Defensa ruso permite que los prisioneros sean reclutados por el Grupo Wagner y enviados al campo de batalla como “carne de cañón”.
Un convicto ruso llamado Viktor Sevalnev dijo en un clip de audio obtenido por CNN que lo están “llevando” al campo de batalla para matarlo.
“Me llevan para fusilarme. He perdido a mucha gente allí. Recuerden esto: no envíen gente aquí. Ya basta, quieren matarnos a todos”, dice Sevalnev en el clip.
Sin embargo, es probable que las pérdidas de Wagner hayan tocado techo ahora que el jefe de la organización, Yevgeny Prigozhin, ha confirmado que el número de mercenarios privados enviados a luchar en Ucrania se reducirá drásticamente.