¿Sufre el presidente ruso Vladimir Putin algún tipo de enfermedad grave? Aún no hay confirmación oficial de ello ni nada que se le parezca, pero en los últimos meses han aparecido algunos informes que así lo indican.
En enero, según The Daily Mail, Kyrylo Budanov, de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, afirmó que Putin tiene “una enfermedad terminal de cáncer y morirá muy pronto”, y que un amigo le sustituirá cuando fallezca.
Budanov no aportó ninguna prueba de ello, y una afirmación de este tipo procedente de un oficial de inteligencia del otro lado de la guerra debe tomarse con cautela. Pero éste no es ni mucho menos el primer informe reciente sobre el estado de salud de Putin.
En noviembre, The Sun informó, basándose en correos electrónicos filtrados de una fuente de inteligencia rusa, que Putin, de 70 años, padece cáncer de próstata y Parkinson.
“Puedo confirmar que se le ha diagnosticado la enfermedad de Parkinson en fase inicial, pero ya está progresando”, dijo la fuente, según el Sun. “Este hecho será negado de todas las formas posibles y ocultado. Putin es atiborrado regularmente con todo tipo de esteroides pesados e innovadoras inyecciones analgésicas para detener la propagación del cáncer de páncreas que le diagnosticaron recientemente”.
Además, según The Sun, el ex jefe del MI6 Sir Richard Dearlove ha declarado que el líder ruso “se enfrenta a ser enviado a un sanatorio, y se habrá ido en 2023”. Además, el presidente ruso ha sido visto recientemente con “presuntas marcas” de tratamientos intravenosos en las manos.
The Sun también cita al analista político Valery Solovey, quien afirma que Putin padece un “trastorno esquizoafectivo”, además de cáncer y Parkinson.
El Kremlin ha negado que Putin esté enfermo
Un artículo posterior del New York Post reiteró la parte sobre las manos de Putin, y también señaló que el presidente ruso ha adquirido últimamente el hábito de agarrarse a las mesas. También alegó que cuando el Kremlin ha estado publicando vídeos últimamente, han sido “numerosas marcas de agua que oscurecen la visión de la mano”, junto con la especulación de que Putin oculta sus manos por miedo a ser envenenado.
Mientras tanto, en diciembre, el periódico ucraniano Ukrainska Pravda informó, citando a la inteligencia danesa, de que el presidente ruso está “experimentando fuertes dolores crónicos tras varias caídas y accidentes”, aunque el Servicio de Inteligencia Militar danés no cree que Putin padezca una enfermedad terminal y predijo que Putin seguirá en el poder cuando se celebren las elecciones presidenciales rusas de 2024.
Ese informe también señalaba que ya se había especulado así sobre Putin en el pasado, incluso cuando se pensó que sufría los efectos de haberse caído de un caballo, allá por la década de 2000.
El año pasado, el diario ucraniano Pravda publicó un reportaje en el que se afirmaba que Putin “toma baños de extracto de cuerno de reno”, pero como la noticia se publicó el 1 de abril, es posible que se tratara de una broma del Día de los Inocentes.
Budanov dijo que esperaba que la salud de Putin condujera al fin de la guerra en Ucrania. Pero si Putin está de hecho ante un mal pronóstico de salud, esto podría hacerle determinar que no tiene nada que perder.
El Daily Star citó a un informante del Kremlin afirmando que Putin sufre de “debilidad, mareos y falta de apetito”, lo que le ha dejado abatido mientras la guerra se prolonga.
“La guerra existe en la cabeza de un enfermo terminal con una psique perturbada que intenta llevarse con él al mayor número posible de personas a un mítico ‘paraíso’“.
Por supuesto, no es nada raro que los opositores de un líder mundial aleguen que ese líder goza de mala salud.
Dicho esto, lo más probable es que no haya transparencia sobre el estado de salud de Putin en ningún momento del futuro previsible.