Un pariente de Vladimir Putin ha sido elegido para encabezar el partido del Pueblo contra la Corrupción de Rusia, a medida que el presidente ruso busca consolidar su posición hasta 2036.
El hijo del primo de Putin, Igor, Roman Putin, fue elegido para dirigir el partido en un congreso el domingo.
Ha sido elegido para un mandato de cinco años con el anuncio de que traerá un “nuevo impulso” al partido, según la agencia estatal de noticias RIA.
Roman Putin es un antiguo empleado del servicio de seguridad del FSB, similar al presidente Putin, y un hombre de negocios.
Su partido se presentará a las elecciones regionales en septiembre y luego a las elecciones a la Duma Estatal. Actualmente no está representado en la legislatura federal.
El partido Pueblo contra la Corrupción fue fundado en 2014 y tiene 4.000 miembros activos, informa Reuters.
Newsweek ha contactado con el Partido del Pueblo contra la Corrupción y el Kremlin para hacer comentarios.
El nombramiento de Roman Putin llega cuando el presidente Putin defiende las enmiendas constitucionales que podrían verlo permanecer en el poder hasta el 2036, con oponentes que han tildado de ilegales los votos a nivel nacional sobre estos asuntos.
Putin podría continuar como presidente restableciendo los límites del mandato presidencial.
Esto podría verlo ir por dos períodos más de seis años después de que su actual mandato termine en 2024, lo que lo llevaría a la edad de 83 años si tuviera éxito. Otra enmienda da a los ex presidentes inmunidad de enjuiciamiento, entre las medidas que benefician directamente a Putin.
“Estoy absolutamente convencido de que estamos haciendo lo correcto al adoptar las enmiendas a la actual constitución”, dijo. “[Las enmiendas] fortalecerán nuestra nación y crearán las condiciones para el desarrollo progresivo de nuestro país en las décadas venideras”.
Los opositores sugirieron que la votación no era necesaria, ya que dijeron que el parlamento ya había dado la aprobación de los cambios a través de los gobiernos regionales y el sistema judicial.
También ha habido acusaciones de fraude en la votación, en las que la Comisión Electoral Central Rusa dijo que alrededor del 78 por ciento de los implicados apoyaban los cambios en la Constitución rusa, que fue aprobada en 1993. La comisión también informó de una participación del 65 por ciento de los votantes.
El movimiento de Putin para consolidar el poder viene después de que la confianza pública en él alcanzó un mínimo de 14 años a principios de este año.
Esto ocurrió en medio de las críticas sobre su respuesta a la pandemia de coronavirus, con Rusia sufriendo más de 680.000 casos confirmados, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins.
La ralentización de la economía y el retroceso en las impopulares reformas de las pensiones también pueden haber contribuido al declive de la opinión pública del líder ruso.