MOSCÚ, Rusia – El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo francés, Emmanuel Macron, pidieron inspecciones independientes en la central nuclear de Zaporizhzhia, ocupada por Moscú, en Ucrania, según informó el Kremlin en un comunicado el viernes.
La central nuclear de Zaporizhzhia fue tomada por las tropas rusas en marzo y los recientes combates en torno a ella han hecho surgir el espectro de un incidente nuclear comparable al de Chernóbil.
Tanto Kiev como Moscú se han acusado esta semana de preparar “provocaciones” en la instalación.
Según el Kremlin, ambos líderes pidieron que expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) inspeccionen la planta “lo antes posible” y “evalúen la situación real sobre el terreno”.
Putin “subrayó que el bombardeo sistemático por parte de los militares ucranianos del territorio de la central nuclear de Zaporizhzhia crea el peligro de una catástrofe a gran escala que podría provocar la contaminación por radiación de vastos territorios”, dijo el Kremlin.
“La parte rusa confirmó su disposición a proporcionar a los inspectores de la Agencia la ayuda necesaria”, dice el comunicado.
La central, la mayor de Europa, ha sido objeto de varios ataques en los últimos días, lo que ha aumentado el temor a una catástrofe nuclear. Tanto Kiev como Moscú han intercambiado culpas por los ataques.
Durante la misma llamada -la primera en casi tres meses- Putin dijo a Macron que Rusia se enfrentaba a obstáculos en la exportación de sus productos alimentarios y fertilizantes.
“Sigue habiendo obstáculos a las mencionadas exportaciones rusas que no contribuyen a la solución de los problemas relacionados con la garantía de la seguridad alimentaria mundial”, dijo el Kremlin.
El mes pasado, en Estambul, Rusia y Ucrania firmaron acuerdos históricos con Turquía y las Naciones Unidas que abrieron corredores seguros para que las exportaciones de grano salieran de los puertos ucranianos del Mar Negro.
Un acuerdo similar firmado al mismo tiempo permitió a Rusia exportar sus productos agrícolas y fertilizantes a pesar de las sanciones occidentales por la intervención militar de Moscú en Ucrania.