El rabino jefe de Moscú, Pinchas Goldschmidt, fue presionado por las autoridades rusas para que apoyara públicamente la guerra en Ucrania y optó por abandonar el país, según informaron este martes fuentes judías a Ynet.
El rabino Goldschmidt abandonó la capital rusa poco después de que Rusia invadiera Ucrania hace unos 3 meses, y en un comunicado oficial dijo que regresó a Israel para estar con su padre enfermo.
Sin embargo, funcionarios que asistieron a la Conferencia anual de rabinos europeos en Múnich revelaron que el rabino Goldschmidt estaba sometido a fuertes presiones para apoyar la invasión rusa de Ucrania.
El rabino ha servido como en Moscú durante los últimos 33 años y es también el Presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos.
En las primeras semanas tras su marcha, Goldschmidt permaneció en varias capitales de Europa del Este, mientras ayudaba a los refugiados judíos que escapaban de Ucrania, pero más tarde viajó a Israel y desde entonces se encuentra aquí.
Funcionarios de la comunidad judía rusa dijeron que, como Goldschmidt ha estado ayudando a los refugiados de Ucrania en los últimos meses, tiene miedo de volver a Moscú.
El rabino Goldschmidt se negó a comentar las acusaciones de que fue obligado a abandonar Rusia debido a su negativa a apoyar públicamente la guerra.
En el contexto de las sanciones impuestas a Rusia y de la situación económica del país, los miembros de la comunidad judía revelaron que miles de judíos estaban abandonando Rusia con destino a Israel, Dubai y otros lugares.
“Algunos miembros de la comunidad ya se han marchado y otros se están preparando para hacerlo en cualquier momento, hay una inmigración salvaje desde Rusia”, dijeron los responsables de la comunidad.
“Ser judío en Rusia es vivir con muchas preocupaciones. La gran pregunta que se hace un judío es: cuando esté preparado para salir, ¿será posible o no? ¿Aparecerá el telón de acero como en el pasado? ¿Habrá vuelos para salir de Rusia?”.
“La comunidad está estresada y luchando”, dijeron las fuentes. “Hay mucha preocupación. Si tienes hijos y eres padre, te haces una pregunta: ¿Cómo será la vida de mis hijos y nietos dentro de unos años?”.
“Actualmente, la respuesta es que sus vidas serán probablemente más difíciles. En muchos sentidos, es como volver a la Unión Soviética y vivir detrás del telón de acero. No hay vuelos y la mayoría de las embajadas se quedan sin personal que pueda expedir un visado a Occidente. Si abres la boca contra la guerra, te detienen y te abren una causa penal. Los miembros de la ciudad que hablaron en contra de la guerra fueron llevados, y algunos judíos también fueron arrestados en las protestas”, dijeron.