El ex asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Robert O’Brien, ha señalado que el Reino Unido podría enfrentar serias fricciones con Estados Unidos si decide imponer un embargo de armas a Israel.
Según una publicación de The Guardian, O’Brien, quien sirvió bajo el mandato del expresidente Donald Trump desde septiembre de 2019 hasta enero de 2021, advirtió que una decisión del gobierno liderado por el primer ministro Keir Starmer de suspender las licencias de exportación de armas a Israel podría llevar a una “ruptura grave” en las relaciones con Estados Unidos, independientemente de quién ocupe la presidencia en ese momento.
En declaraciones al grupo de expertos Policy Exchange, O’Brien instó al Reino Unido a “actuar con mucha precaución” al considerar las implicaciones de un embargo de armas a Israel. destacó que, en un contexto donde Rusia y China representan amenazas significativas para los países occidentales, el Reino Unido debería evaluar cuidadosamente las consecuencias de tal medida.
O’Brien también subrayó que la implementación de un embargo podría desencadenar una reacción adversa del Congreso de Estados Unidos, que podría decidir aplicar un contraembargo, impidiendo la exportación de armas estadounidenses al Reino Unido. Esta situación podría poner en riesgo la colaboración británica en proyectos clave de defensa, como la producción de los aviones de combate F-35.
“El F-35 es un esfuerzo de cooperación conjunta y continuará entregándose a Israel, independientemente de las decisiones que tomen países como Turquía, el Reino Unido u otros”, afirmó O’Brien, quien sigue manteniendo una estrecha relación con Trump. Agregó que no sería conveniente para el Reino Unido quedar excluido del proyecto F-35 u otros desarrollos de plataformas avanzadas debido a un embargo de armas que considera “altamente desaconsejable” hacia Israel.
Durante el mismo evento organizado por Policy Exchange, O’Brien también expresó su opinión sobre la postura del Reino Unido en relación con la Corte Penal Internacional (CPI). Aconsejó que el Reino Unido debería reconsiderar su decisión de retirar la objeción a la solicitud del fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, para emitir órdenes de arresto contra el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Según O’Brien, “la persecución de los líderes israelíes por parte de la CPI es una broma” y agregó que el Reino Unido debería tomar “todas las medidas necesarias” para poner fin a la participación de la CPI en estos asuntos, calificándola como un “obstáculo para la paz en la región”.