Los ciudadanos de Inglaterra dejarán de estar obligados a llevar mascarillas en cualquier lugar o a trabajar desde casa a partir de la semana que viene, según declaró el miércoles el primer ministro Boris Johnson, quien añadió que los científicos creían que la oleada de la variante Ómicron del coronavirus había alcanzado su punto máximo a nivel nacional.
Johnson también dijo que, aunque por el momento se seguiría exigiendo a la gente que se autoaislara, no esperaba renovar la legislación sobre autoaislamiento, que expirará en marzo, y que estudiaría la posibilidad de suprimir el requisito antes.
“Debido a la extraordinaria campaña de refuerzo, junto con la forma en que el público ha respondido a las medidas del Plan B, podemos volver al Plan A en Inglaterra y permitir que las regulaciones del Plan B expiren como resultado del inicio del jueves de la próxima semana”, dijo Johnson al parlamento.
Johnson dijo que la certificación obligatoria de COVID-19 terminaría, aunque las empresas podrían optar por continuar con los pases de COVID si así lo desean.