El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo el domingo que Occidente estaba “militarizando” el sudeste asiático en un intento de contener los intereses rusos y chinos, preparando el terreno para una confrontación entre Rusia y los líderes occidentales en la cumbre del G20 en Bali.
Lavrov encabezará la delegación rusa en la cumbre -la primera reunión de este tipo desde que Moscú invadió Ucrania en febrero- después de que el Kremlin dijera que el presidente Vladimir Putin estaba demasiado ocupado para asistir.
Ucrania dominará la agenda, y es probable que los líderes occidentales se enfrenten públicamente a Rusia por su invasión de Ucrania y presionen a países como China e India -que ya han expresado su preocupación por la guerra- para que critiquen las acciones de Moscú.
En una conferencia de prensa al término de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) en Phnom Penh, Lavrov reprendió a Estados Unidos por sus acciones en la región, que tanto Rusia como Occidente ven como un potencial campo de batalla geopolítico en las próximas décadas.
“Estados Unidos y sus aliados de la OTAN intentan dominar este espacio”, dijo Lavrov a los periodistas.
Dijo que la estrategia Indo-Pacífica de Joe Biden era un intento de eludir las “estructuras inclusivas” para la cooperación regional y que implicaría “la militarización de esta región con un enfoque obvio en la contención de China y la contención de los intereses rusos en Asia-Pacífico”.
Los intereses de EEUU en Asia
Biden dijo a los líderes del sudeste asiático que Washington estaba comprometido con la construcción de un “Indo-Pacífico libre y abierto, estable y próspero, y resistente y seguro”, mientras esbozaba una Asociación Estratégica Integral entre Estados Unidos y la región.
Ni Estados Unidos ni Rusia son miembros de la ASEAN, un grupo de 10 países del sureste asiático, pero varios líderes mundiales asistieron a las conversaciones antes de la cumbre del G20 que se celebrará la próxima semana en Bali.
Rusia ha tratado de fomentar unos lazos económicos, políticos y de seguridad mucho más estrechos con Asia desde que Occidente golpeó a Moscú con sanciones sin precedentes en respuesta a la invasión de Ucrania.
Putin presenta a Rusia y China como los líderes de una rebelión mundial contra el dominio global postsoviético de Estados Unidos y Occidente. Estados Unidos presenta a China y a Rusia como las dos principales amenazas mundiales.