En medio de un recrudecimiento de las tensiones entre Rusia y Ucrania, los servicios de inteligencia rusos afirmaron el lunes que habían detenido a 106 seguidores de un grupo neonazi ucraniano, alegando que planeaban atentados y asesinatos en masa.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) afirmó que los servicios de inteligencia ucranianos habían creado un grupo juvenil radical llamado MKU, o “Maníacos, Culto al Asesinato”, supuestamente dirigido por un ciudadano ucraniano llamado Yegor Krasnov. Ucrania niega vehementemente las acusaciones.
El informe llega en un momento en que los observadores occidentales temen que Rusia esté impulsando una narrativa que podría utilizarse para justificar una invasión militar de Ucrania.
Los servicios de inteligencia rusos habían intentado anteriormente vincular al MKU con el líder de la oposición rusa Alexei Navalny, según una investigación del periodista Ilya Barabanov publicada en The Daily Beast. Navalny es un viejo crítico del presidente ruso Vladimir Putin y del gobierno ruso, y actualmente está encarcelado en Rusia.
El anuncio se produjo mientras los ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea se reunían el lunes para discutir cómo frustrar la amenaza de una posible nueva invasión rusa de Ucrania y qué medidas tomar si Moscú decide enviar sus tropas al otro lado de la frontera.
Los servicios de inteligencia de Estados Unidos afirman que Rusia ha desplazado 70.000 soldados hacia la frontera de Ucrania y se está preparando para una posible invasión a principios del próximo año. Moscú niega que tenga planes de atacar a Ucrania y rechaza las preocupaciones occidentales como parte de una campaña de desprestigio.
“Estamos en modo disuasorio” para disuadir a Rusia, dijo el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell.
Borrell, que presidió la reunión del lunes, manifestó que no se tomaría ninguna decisión sobre las sanciones contra Rusia, pero que los ministros discutirían qué medidas tomar, y cuándo, en coordinación con Estados Unidos y Gran Bretaña.
“En cualquier caso, enviaremos una señal clara de que cualquier agresión contra Ucrania tendrá un alto coste para Rusia” y subrayaremos el apoyo del bloque de 27 países a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, expresó Borrell a los periodistas en Bruselas.
Lituania advirtió que los últimos movimientos de tropas rusas no eran una simple amenaza.
“Estamos convencidos de que Rusia se está preparando para una guerra total contra Ucrania”, declaró el ministro lituano de Asuntos Exteriores, Gabrielius Landsbergis.
De llevarse a cabo, sería “un ataque sin precedentes contra un país que muestra una dirección occidental. Eso significa que la respuesta tiene que ser también sin precedentes por parte de los países occidentales”, dijo Landsbergis.
Pero las grandes potencias de la UE, Francia y Alemania, y otros miembros del bloque, no comparten la misma valoración que Estados Unidos, Polonia y los países bálticos de Estonia, Letonia y Lituania. Reconocen los movimientos de tropas de Rusia, pero no consideran inminente un ataque.
En 2015, Francia y Alemania mediaron en un acuerdo de paz que ayudó a poner fin a las hostilidades a gran escala en el este de Ucrania, donde las fuerzas ucranianas han estado luchando contra los separatistas respaldados por Rusia desde 2014, cuando Rusia se anexionó la península ucraniana de Crimea.
El domingo, los países del G7 pidieron a Rusia que “desescalara” su acumulación militar cerca de la frontera ucraniana, advirtiendo que una invasión tendría “consecuencias masivas” e infligiría un severo dolor económico a Moscú.
El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, dijo en el programa “Meet the Press” de la NBC que “estamos preparados para tomar el tipo de medidas que nos hemos abstenido de tomar en el pasado” si Rusia no da un paso atrás.
Estados Unidos y sus aliados han restado importancia a las conversaciones sobre una respuesta militar para defender a Ucrania, y han centrado sus esfuerzos en la imposición de duras sanciones que afecten a la economía rusa, y no solo a los individuos.
En Estados Unidos, los periodistas preguntaron el sábado al presidente Joe Biden sobre la posibilidad de enviar tropas de combate a Ucrania, y este manifestó que esa idea nunca se había considerado. “¿Está usted dispuesto a enviar tropas estadounidenses a la guerra e ir a Ucrania para luchar contra los rusos en el campo de batalla?”, expresó.
Biden, que habló con Putin en una videollamada la semana pasada, dijo que le había dejado claro que, en caso de invasión, “las consecuencias económicas para su economía van a ser devastadoras. Devastadoras”.