Rusia no ve ninguna razón para continuar con las consultas de seguridad con Estados Unidos, dijo el viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Ryabkov.
Según Ryabkov, que encabezó la delegación rusa en las conversaciones de Ginebra, Washington “realmente dijo no” a los elementos clave de los proyectos de acuerdo propuestos por Moscú en diciembre.
Se trata de la negativa a la ampliación de la OTAN (incluida la admisión de Georgia y Ucrania en la Alianza), la retirada de la infraestructura del bloque hasta las fronteras de 1997 y el no despliegue de armas ofensivas en proximidad peligrosa a las fronteras de la Federación Rusa.
“Los estadounidenses quieren dialogar con nosotros sobre algunos fragmentos de la situación de seguridad y así desahogar la posición rusa, aliviar la presión, aliviar la tensión, y al mismo tiempo, mientras se esconden detrás de un diálogo sobre fragmentos, continuar el proceso de desarrollo geopolítico y militar de nuevos territorios”, dijo Ryabkov en una entrevista con RTVI.
“No tenemos dónde retroceder, Moscú está detrás de nosotros”, dijo, y añadió que Rusia “encontrará alternativas” y nunca se “doblegará” ante la presión y el chantaje.
Una de las opciones, según se desprende de las palabras de Ryabkov, puede ser el despliegue de armas rusas en países latinoamericanos amigos, por ejemplo, en Venezuela.
No se excluye un escenario que repita la crisis de los misiles de Cuba de 1962, cuando el mundo estuvo al borde de la guerra nuclear: todo dependerá de “las acciones de los colegas estadounidenses”, dijo Ryabkov.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, que habló casi simultáneamente con Ryabkov en las ondas del canal de televisión Russia 1, dijo que quizá la única dirección en la que era posible salir del callejón sin salida es el no despliegue de misiles de medio y corto alcance en Europa.
“Ni siquiera discutiremos las exigencias de Estados Unidos de que Rusia devuelva sus tropas a los cuarteles”, dijo el ministro.
Otro adjunto de Lavrov, que encabezó la delegación rusa en las consultas con la OTAN, Alexander Grushko, dijo que no veía ninguna forma de superar las diferencias. Ya hemos llegado al final”, dijo en una conferencia de prensa tras 4 horas de conversaciones en Bruselas.
Rusia “logró transmitir a los miembros de la alianza que la situación se está volviendo intolerable, y que en algún momento los riesgos asociados a la continuación del curso actual de la OTAN pueden superar los beneficios que hoy quieren obtener”, dijo Grushko.
“Hoy en día, muchos se han dado cuenta de que esta historia llegará a su fin tarde o temprano, y puede ser diferente”, concluyó.