MOSCÚ – Rusia convocó el viernes al embajador de Estados Unidos en Moscú por una supuesta injerencia de los gigantes tecnológicos estadounidenses en los comicios parlamentarios que se celebrarán a finales de este mes.
Moscú ha intensificado el control de Internet y ha emprendido acciones legales contra las empresas tecnológicas extranjeras que no eliminan los contenidos prohibidos por las autoridades.
El Ministerio de Asuntos Exteriores dijo que el embajador John Sullivan recibió “pruebas irrefutables” de que los gigantes tecnológicos estadounidenses habían violado las leyes rusas en relación con las elecciones a la Duma Estatal del 17 al 19 de septiembre.
El viceministro de Asuntos Exteriores, Sergei Ryabkov, expresó la “inadmisibilidad categórica de la interferencia en los asuntos internos de nuestro país” durante la reunión.
Una portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jalina Porter, dijo que la reunión abarcó una “gama de asuntos bilaterales” en apoyo del “deseo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de una relación estable y predecible con Rusia”.
No quiso pronunciarse sobre las quejas rusas sobre las empresas tecnológicas estadounidenses.
Sin embargo, no mencionó la cuestión de la interferencia electoral, lo que provocó una réplica de la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Maria Zakharova.
“Hay una razón: la interferencia en las elecciones rusas. Esperamos que los diplomáticos estadounidenses informen de ello a Washington”, dijo Zakharova en Telegram.
Las empresas de Internet con sede en Estados Unidos, entre ellas Facebook, Twitter y Google, se han enfrentado recientemente a una serie de multas por no eliminar los contenidos solicitados por el organismo de control de los medios de comunicación de Rusia y por no almacenar los datos de los usuarios rusos en servidores nacionales.
Tras las protestas en apoyo del crítico del Kremlin encarcelado Alexei Navalny en enero, las autoridades acusaron a las plataformas de Internet de interferir en los asuntos internos al no borrar los mensajes que llamaban a los menores a unirse a las concentraciones.
Ese mes, el presidente Vladimir Putin se quejó de la creciente influencia de las grandes empresas tecnológicas, de las que dijo que competían con los Estados.
Casi todos los críticos del Kremlin, incluidos los aliados de Navalny, tienen prohibido presentarse a las elecciones parlamentarias de este mes.
Navalny, de 45 años, que se encuentra entre rejas por antiguos cargos de fraude, ha visto este año cómo sus organizaciones han sido prohibidas y sus principales colaboradores han huido del país.
El regulador ruso de los medios de comunicación, Roskomnadzor, dijo el lunes que había bloqueado una página web de Navalny que instruía a los rusos sobre cómo expulsar a los políticos del partido gobernante Rusia Unida.
El regulador de los medios de comunicación también ha instado a Google y Apple a retirar de sus tiendas de aplicaciones una aplicación dedicada a la campaña de Navalny “Smart Voting”, pero aún no han respondido.
La táctica del “voto inteligente” ha llevado al cada vez más impopular partido Rusia Unida, que actualmente cuenta con menos del 30% de los votos, a perder varios escaños en las recientes elecciones locales.
Muchos líderes occidentales, incluido Biden, han exigido la libertad de Navalny, que ha pasado meses en Alemania recuperándose de un ataque de envenenamiento casi mortal del que culpa al Kremlin.
Estados Unidos también ha responsabilizado a Rusia de la intromisión en sus elecciones y de los ciberataques a gran escala, tensando aún más los lazos bilaterales.
En respuesta, Moscú ha acusado a Occidente de interferir en sus asuntos internos y de discriminar a sus medios de comunicación.
El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo el viernes que Occidente “prácticamente ha declarado la guerra” a los medios de comunicación rusos, citando ejemplos de periodistas a los que se les ha negado el visado o la acreditación en el extranjero.