Rusia ha desplegado paracaidistas en Bielorrusia mientras se agrava la crisis de los inmigrantes en la frontera bielorrusa-polaca y la UE amenaza con imponer más sanciones a Bielorrusia, que también podrían afectar a la aerolínea nacional rusa Aeroflot.
El viernes, en el marco de un control de preparación para el combate, varias unidades de las Tropas Aerotransportadas rusas fueron enviadas a la región de Grodno para realizar ejercicios tácticos conjuntos con las fuerzas armadas bielorrusas, informa Interfax citando el servicio de prensa del Ministerio de Defensa ruso.
En las maniobras, que Minsk asoció al aumento de la actividad militar de la UE cerca de las fronteras bielorrusas, participan aviones de transporte Il-76, así como helicópteros de la Fuerza Aérea bielorrusa, señala RIA Novosti.
El miércoles, los bombarderos estratégicos rusos Tu-22M3 volaron a Bielorrusia. Los bombarderos, que pueden transportar armas nucleares, “realizaron patrullas en el espacio aéreo de la República de Bielorrusia” y trabajaron en la “interacción con los centros de control en tierra”, informó el Ministerio de Defensa ruso.
Polonia, por su parte, anunció la llegada de tropas británicas al país. Realizarán un reconocimiento de la zona y ayudarán a los soldados locales a reforzar las barreras de protección.
Fuentes del Ministerio de Defensa polaco dijeron a la agencia PAP que el número del contingente británico se determinará tras evaluar la situación. Londres ha confirmado oficialmente que envía un “pequeño grupo” de militares para prestar “apoyo de ingeniería” en relación con la crisis en la frontera.
El 15 de noviembre, los ministros de Asuntos Exteriores de los países de la UE se reunirán de urgencia, donde tendrán que aprobar el próximo y quinto paquete de sanciones contra Bielorrusia, que incluirá a unas 30 personas físicas y jurídicas.
Entre ellas, la aerolínea nacional BelAvia, sospechosa de realizar transporte masivo de inmigrantes, así como el ministro de Asuntos Exteriores, Vladimir Makei. Los intentos de negociar una resolución de la crisis con el Kremlin parecen haber fracasado. La canciller alemana en funciones, Angela Merkel, mantuvo dos conversaciones telefónicas con Vladimir Putin, instándole a influir en Lukashenko, a quien Occidente no reconoce como presidente bielorruso, por considerar que las elecciones de 2020 estaban amañadas.
Pero Putin, según el servicio de prensa del Kremlin, dio cada vez una respuesta: para resolver la crisis, es necesario “restablecer los contactos entre los países de la UE y Bielorrusia”. Bruselas no quiere hablar con Lukashenko, al que no considera un presidente legítimo. En respuesta, Lukashenko sigue amenazando a la UE. El jueves amenazó con interrumpir el suministro de gas a través del gasoducto Yamal-Europa, y un día antes insinuó la posibilidad de una guerra nuclear.
“Si cometemos un error, si tropezamos, eso arrastrará inmediatamente a Rusia a este torbellino. Y ésta es la mayor potencia nuclear”, dijo Lukashenka.