La destrucción masiva de los sistemas de misiles antiaéreos y artillería Pantsir-S1 de fabricación rusa en Siria y Libia puede explicarse por la existencia del llamado “cráter muerto” o “zona muerta”, escribe el periódico del Ministro de Defensa ruso Krasnaya Zvezda (Estrella Roja).
El periódico afirma, refiriéndose a las características tácticas y técnicas oficiales del sistema de defensa aérea, que Pantsir tiene limitaciones en cuanto a su capacidad de detectar objetivos “a baja, media y alta altitud, especialmente los que vuelan a altitud mínima y velocidad máxima, o a la mayor altitud y velocidad máxima”.
No obstante, la publicación señala que, teniendo en cuenta la velocidad y la zona de dispersión efectiva de los aviones teledirigidos de reconocimiento Bayraktar TB2 de fabricación turca, Pantsir puede contrarrestarlos.
En junio, el periódico escribió que la versión de exportación del sistema de defensa aérea Pantsir solo tiene un sistema de control óptico y “por lo tanto está mal equipada para luchar contra objetivos como el TB2 de Bayraktar de fabricación turca”.
En el mismo mes, la publicación ucraniana Defense Express, citando sus propias fuentes, informó de que en los últimos años, durante los conflictos militares en Siria y Libia, se destruyeron al menos 23 sistemas Pantsir-S1 de fabricación rusa.