Rusia evita bombardear las instalaciones de propiedad china en Ucrania, informa el sitio web de noticias ucraniano Nashi Groshi (Nuestro Dinero).
Según los medios de comunicación, esto se debe a los acuerdos no públicos entre Rusia y China en los que ésta se comprometió a no tomar partido en la invasión rusa de Ucrania.
Al principio de la invasión, Pekín habría conseguido negociar con Moscú un permiso para seguir gestionando de forma independiente sus intereses en Ucrania, independientemente del resultado de la guerra.
Se informa de que China cree que, como resultado de la guerra, todo el territorio de Ucrania caerá bajo el control de Rusia. Por ello, Rusia prometió en secreto no bombardear las instalaciones de infraestructura chinas en el territorio de Ucrania.
Por ejemplo, aunque toda la zona industrial de Mariupol fue destruida, la planta de extracción de petróleo Setelit, sus separadores, las instalaciones de almacenamiento de grano y girasol y las instalaciones portuarias permanecieron intactas. La planta fue incendiada posteriormente por partisanos ucranianos cuando Mariupol fue capturada por los rusos.
Además, mientras los rusos siguen bombardeando indiscriminadamente Mykolaiv y ya han destruido la segunda terminal de grano más grande de Ucrania, Nika-Tera, propiedad del oligarca ucraniano Dmitry Firtash, el complejo logístico vecino de la Compañía Naviera y Estibadora del Danubio en el Puerto Marítimo Comercial de Mykolaiv permaneció ileso.
Estas instalaciones de Mariupol y Mykolaiv pertenecen al mismo propietario: la corporación china COFCO.
El Banco Ucraniano para la Reconstrucción y el Desarrollo y la Bolsa de Valores de Kiev, controlados por la empresa estatal china Bohai Commodity Exchanges, también están a salvo.
Hasta 2021, parte de la empresa ucraniana Motor Sich pertenecía a empresas chinas (en particular, Skyrizon). Los inversores chinos están demandando al gobierno ucraniano después de que éste nacionalizara Motor Sich y, probablemente, seguirán luchando por ella.
Según la publicación, “el acuerdo con los rusos, concluido a través de la abogada Oksana Karel, representante de la iniciativa china “Belt and Road”, garantiza que las infraestructuras chinas no serán destruidas durante las hostilidades y que las inversiones serán preservadas”.
A su vez, las autoridades chinas supuestamente prohíben utilizar las palabras “guerra” e “invasión” en relación con Ucrania en los medios de comunicación y en los documentos internos de las empresas estatales y privadas. El único término que puede utilizarse es “tensión”.
“Se trata de un plan de escala verdaderamente planetaria, en el que los chinos, para afirmarse como hegemón mundial, emitieron préstamos para la construcción de puertos, terminales de grano, instalaciones de almacenamiento, ferrocarriles, carreteras. El grano, el metal, el mineral, los contenedores de transporte se manejan en el marco de la nueva iniciativa “Belt and Road”“, señala la publicación.
El embajador de China en Kiev, Fan Xianrong, dijo en marzo a representantes del gobierno, militares y empresarios ucranianos que China no iba a abandonar Ucrania y que sus planes de inversión se mantendrían y posiblemente se ampliarían independientemente de cómo acabe la guerra.
“Como embajador, puedo decir responsablemente que China será siempre una buena fuerza para Ucrania tanto económica como políticamente. Siempre respetaremos su Estado, desarrollaremos las relaciones sobre la base de la igualdad y el beneficio mutuo”, dijo.
Según el periódico, esta promesa tendrá aún más peso si Ucrania está bajo el control de Moscú, ya que la debilitada economía rusa impedirá al Kremlin financiar la reconstrucción y la recuperación económica de Ucrania. Así, de hecho, los chinos ofrecieron al establishment ucraniano su dinero y apoyo en caso de derrota de Ucrania o de un acuerdo de paz híbrido en los términos de Rusia.