Días después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, declarara que cuatro regiones del sureste del país forman parte de su país, el Kremlin dijo que no tenía idea de la cantidad de territorio ucraniano que pretendía tomar.
Según Dmitry Peskov, portavoz de Putin, hay que consultar a la población local antes de tomar cualquier decisión sobre la cantidad de tierra que se va a adquirir en los distritos ucranianos de Kherson y Zaporizhzhia.
En una ceremonia celebrada el viernes, Putin firmó “tratados” con funcionarios regionales de ocupación nombrados por Rusia. Moscú declaró que defendería las anexiones utilizando “todas las herramientas a nuestra disposición”, convirtiendo su invasión de siete meses en un conflicto ostensiblemente defensivo y amenazando a Kiev con represalias nucleares si seguía resistiendo.
Pero, según Interfax, Peskov dijo a los periodistas que, a pesar de su deseo de absorber la totalidad de Donetsk y Luhansk, en el corazón industrial del este del Donbás, Rusia seguía “comprometiéndose con los habitantes de estos territorios en sus fronteras”.
Desde la anexión por parte de Putin, Rusia se ha visto obligada a retirarse de varios de los cuatro distritos, especialmente de la importante ciudad de Lyman, en la región de Donetsk.