El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, está realizando un viaje por varios países de África. Primero se detuvo en Egipto y luego continuó en Etiopía, Uganda y el Congo, según los informes.
Su viaje se produce en un momento delicado debido a las quejas de Occidente de que la guerra de Rusia contra Ucrania ha perjudicado el suministro mundial de alimentos. Rusia, Turquía y Ucrania están trabajando en una especie de acuerdo que, al parecer, permitirá al Ministerio de Defensa turco participar en la exportación de productos ucranianos.
El medio de comunicación estatal ruso TASS afirma que “en virtud del memorando entre Rusia y la ONU, ésta se compromete a trabajar para levantar las restricciones antirrusas que obstaculizan las exportaciones de productos agrícolas y fertilizantes”.
“Otro documento prevé un mecanismo de exportación de grano desde los puertos del Mar Negro controlados por Ucrania”, dice. “Un acuerdo entre Rusia, Turquía y las Naciones Unidas prevé la creación de un centro de coordinación cuatripartito para registrar los barcos que transportan grano con el fin de prevenir el contrabando de armas y evitar provocaciones”.
Putin visita Teherán
El presidente ruso Vladimir Putin estuvo en Teherán la semana pasada reuniéndose con el régimen iraní y con el líder autoritario turco Recep Tayyip Erdogan. Parece que el acuerdo de exportación de cereales está relacionado con esta reunión y que Lavrov se va ahora a África porque Putin se siente seguro de cómo avanza la guerra.
Tanto Putin como Lavrov no estarían fuera del país en semanas posteriores a menos que las cosas vayan decentemente en casa. Al mismo tiempo, las reuniones en el extranjero demuestran que Rusia quiere apuntalar su poder e imagen.
El National de los Emiratos Árabes Unidos señaló que el viaje de Lavrov era la “primera parada de una gira por cuatro países africanos como parte de un esfuerzo percibido para cimentar los lazos de Moscú con los aliados que se han resistido a la narrativa de Occidente sobre su guerra en Ucrania”.
El ministro de Asuntos Exteriores se reunió con el presidente egipcio Abdel Fattah El Sisi y con su homólogo egipcio Sameh Shoukry. También se reunió con el jefe de la Liga Árabe. Rusia dijo a los egipcios que está tratando de facilitar la exportación de grano a Egipto. “Egipto está dispuesto a apoyar esta vía a través de sus contactos internacionales con todas las partes relevantes”, señaló un comunicado de la Oficina Presidencial egipcia.
Rusia quiere que los Estados árabes adopten un enfoque “equilibrado” del conflicto. Esto contrastaría con el enfoque pro-Ucrania de Occidente. Para Rusia, al igual que durante la Guerra Fría, cualquier enfoque no alineado beneficia a Moscú. Lavrov también impulsó la nueva sintonía de Moscú, que tiende a vapulear a Occidente y a alabar al Sur Global.
“El mundo es mucho, mucho más rico que la civilización occidental. Y muchos de ustedes, que representan a las antiguas civilizaciones, deberían saberlo”, dijo Lavrov, según los informes. Lavrov y Putin creen que está surgiendo un nuevo “mundo multipolar”. La guerra en Ucrania fue diseñada como un desenlace para ayudar a introducir este nuevo orden mundial.
El plan de Rusia en África
Lavrov se encuentra ahora en el Congo, donde también está alabando la “neutralidad” del país, informa Al-Ain. El periódico italiano Corriere Della Sera señala que la política rusa en África “se ha convertido en una rama separada de la política exterior, con el nombramiento a partir de 2011 de un Representante Especial para la Cooperación que tiene los mismos poderes que un ministro, capaz de firmar acuerdos en los sectores metalúrgico, minero y de diamantes, pero también militar y de seguridad”.
Los informes italianos señalan que Rusia ha intentado cortejar a los países africanos y que ya en 2019 recibió a los líderes africanos en Sochi. “Hoy son precisamente esos países africanos a los que Putin se refiere constantemente en sus discursos sobre la construcción de un nuevo orden mundial, desvinculado de Occidente, [y] son los más afectados por la guerra en Ucrania. Primero, por la escasez de alimentos, y luego por el hecho de que gran parte de los recursos europeos destinados a ayudar a los países pobres se han dirigido a la acogida de los refugiados ucranianos.”
Lavrov ha dicho que Rusia y Turquía colaborarán para permitir el movimiento de barcos desde Ucrania. Así, la alianza turco-rusa crecerá junto con el movimiento de productos ucranianos. Rusia se beneficiará al conseguir la reducción de las sanciones y también parecerá que “salva” a sus amigos neutrales de África de la escasez de alimentos. Ucrania seguirá siendo ocupada y bombardeada.
El ministro de Asuntos Exteriores lo explicó ayer a la Liga Árabe, afirmando que el memorando entre Rusia y la ONU firmado junto con los acuerdos de Estambul “obliga al secretario general de la ONU a iniciar el proceso, persuadiendo a los países occidentales para que levanten todas las restricciones” a la exportación de trigo ruso. Moscú incluso utilizó la cobertura del acuerdo para llevar a cabo ataques en Odesa.
Lavrov escribió un artículo mientras viajaba a África en el que dice que Rusia apoya a África “en su lucha por escapar del eterno yugo colonial”. Moscú afirma que las sanciones han exacerbado “las tendencias y dinámicas negativas” en el mercado internacional de productos de primera necesidad.
El informe italiano se pregunta si esto será visto como una atención suficiente para los amigos de Moscú en África. El viaje ilustra cómo Rusia es capaz de utilizar la guerra de Ucrania en su beneficio, culpar a Occidente de la escasez de alimentos causada por la guerra, y luego aprovechar la guerra para conseguir una reducción de las sanciones y una alianza más estrecha con Turquía.