El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió el domingo que “como en 1945, la victoria será nuestra”, en vísperas de los planes de Moscú para una llamativa conmemoración de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
Putin encabeza el lunes las conmemoraciones de la derrota de la Alemania nazi por parte de la Unión Soviética, pero Ucrania, sometida a un implacable ataque, está desesperada por negar a Moscú cualquier sensación de vigorización militar.
Se espera que Putin haga alarde del poderío militar de Rusia durante el simbólico evento. Enormes misiles balísticos intercontinentales serán remolcados para su revisión oficial a través de la Plaza Roja de Moscú, y un sobrevuelo planeado contará con aviones de combate en formación de “Z” mostrando su apoyo a la guerra.
El desfile del Día de la Victoria es una larga tradición en Rusia, pero el del lunes ha cobrado gran importancia, ya que Putin intenta justificar una guerra que ha durado mucho más tiempo -y con un coste mucho mayor- de lo esperado.
Putin ha tratado de legitimar la invasión comparándola con la anterior lucha contra el nazismo y el orgullo nacional que supuso.
“Hoy, nuestros soldados, como sus antepasados, luchan codo con codo para liberar su tierra natal de la inmundicia nazi con la confianza de que, como en 1945, la victoria será nuestra”, ha dicho Putin.

“Hoy, es nuestro deber común impedir el renacimiento del nazismo que tanto sufrimiento causó a los pueblos de diferentes países”, dijo Putin. Añadió que esperaba que “las nuevas generaciones sean dignas de la memoria de sus padres y abuelos”.
Putin también hizo múltiples referencias no solo a los soldados, sino también a los civiles del “frente interno… que aplastaron el nazismo a costa de innumerables sacrificios”.
“Lamentablemente, hoy el nazismo vuelve a asomar la cabeza”, acusó Putin, que ha insistido en que Ucrania está en manos del fascismo y es una amenaza para Rusia y la minoría rusófona del este de Ucrania, que Moscú pretende “liberar”.
“Nuestro deber sagrado es frenar a los sucesores ideológicos de los que fueron derrotados” en la Segunda Guerra Mundial, que Moscú denomina “la gran guerra patriótica”, dijo Putin, mientras instaba a los rusos a “vengarse”.
También dijo que deseaba “a todos los habitantes de Ucrania un futuro pacífico y justo”.

Bajo el mandato de Putin, Rusia ha justificado su ofensiva en Ucrania, lanzada el 24 de febrero, como una “operación especial” para “desmilitarizar” y “desnazificar” a su vecino, una antigua república soviética que declaró su independencia en 1991.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también conmemoró el final de la guerra de 1939-1945 comparando la batalla de Ucrania por la supervivencia nacional con la guerra de resistencia de la región contra sus antiguos ocupantes nazis.
“Décadas después de la Segunda Guerra Mundial, la oscuridad ha vuelto a Ucrania, y se ha convertido en blanco y negro de nuevo”, dijo, en un vídeo monocromático en las redes sociales grabado ante un bloque de apartamentos bombardeado.

Zelensky, en su discurso nocturno en vídeo, también confirmó que 60 personas murieron en un ataque aéreo ruso contra una escuela en el pueblo oriental de Bilogorivka, uno de los más altos números de un día desde que las fuerzas de Moscú invadieron el 24 de febrero. Que el ataque a la escuela demostró que “Rusia ha olvidado todo lo que era importante para los vencedores de la Segunda Guerra Mundial”.
Nuevas visitas, nuevas sanciones
En las últimas muestras de apoyo de Occidente, la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, realizaron visitas no anunciadas a Ucrania, y los líderes del G7 se unieron a Zelensky en una videollamada antes de prometer nuevos apoyos, incluido un voto clave para prohibir o eliminar gradualmente las importaciones de petróleo ruso.
Gran Bretaña anunció más sanciones contra Rusia: aranceles a la importación de metales preciosos y prohibiciones a la exportación.
Tras la videoconferencia de Zelensky con los líderes del G7, el grupo -integrado por Gran Bretaña, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y Estados Unidos- dijo en un comunicado que la “guerra de agresión no provocada” de Putin había traído “vergüenza a Rusia y a los sacrificios históricos de su pueblo”.
La Casa Blanca dijo que el G7 estaba “comprometido a eliminar o prohibir la importación de petróleo ruso”.
Pero los diplomáticos de la UE volverán a reunirse la semana que viene para concretar los detalles de su último paquete de sanciones, después de que una propuesta de embargo del petróleo ruso pusiera de manifiesto las divisiones en el bloque.
Por otra parte, la Casa Blanca informó de que Estados Unidos impondría sanciones a tres importantes cadenas de televisión rusas y negaría a todas las empresas rusas el acceso a los servicios de consultoría y contabilidad de empresas estadounidenses.
La primera dama Biden se reunió con su homóloga ucraniana, Olena Zelenska, en una escuela que acoge a civiles, entre ellos niños desplazados por el conflicto, cerca de la frontera de Ucrania con Eslovaquia.

“Quería venir el Día de la Madre”, dijo Jill Biden a los periodistas, afirmando que quería demostrar el apoyo de Estados Unidos a Ucrania.