Rusia rompe sus relaciones con la OTAN, cortando los canales diplomáticos al mínimo desde la época soviética, en respuesta a la decisión de la alianza de expulsar al personal de la misión rusa por espionaje.
A partir del 1 de noviembre, se suspenderá el trabajo de la misión permanente de la Federación Rusa ante la OTAN en Bruselas, así como el de la misión militar de la alianza en Moscú, según anunció el lunes el ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov.
Se revoca la acreditación de todo el personal de la OTAN en Rusia y, al mismo tiempo, se pone fin al trabajo de la Oficina de Información de la OTAN en Moscú. “El Secretariado Internacional de la OTAN ya ha sido notificado” de las medidas de represalia de Rusia, citó Interfax a Lavrov.
“Si la OTAN tiene algún asunto urgente, puede dirigirse a nuestro embajador en Bélgica para estas cuestiones, el embajador que asegura las relaciones bilaterales”, dijo el ministro.
Hasta 2003, el embajador en Bélgica actuaba como representante permanente en funciones ante la OTAN. En la década de los 90, este cargo lo ocupó Vitaly Churkin, posteriormente representante permanente de la Federación Rusa ante la ONU.
De 2008 a 2011, Dmitry Rogozin trabajó como “embajador” antes de convertirse en el jefe de la Agencia Espacial Rusa Roscosmos, y en 2012-18, el cargo lo ocupó Alexander Grushko.
Rusia retiró al representante permanente hace tres años en respuesta a las sanciones y expulsiones de diplomáticos que siguieron al envenenamiento en Salisbury del ex coronel del GRU Sergei Skripal.
En octubre de 2021, la OTAN anunció la expulsión de 8 empleados de la misión rusa en su sede, que, según la alianza, eran “empleados no declarados de los servicios especiales”. El número total de la misión permanente rusa se redujo a 10 personas.
Según Sky News, los rusos eran sospechosos de “actividades malignas”, incluyendo “asesinatos y espionaje”. La decisión se tomó sobre la base de los informes de los Estados miembros de la OTAN, y ahora los diplomáticos tienen tiempo hasta finales de octubre para abandonar Bruselas.
“La suspensión del trabajo de la Misión de Comunicaciones Militares y de la Oficina de Información en Rusia, así como de la Misión Permanente de Rusia ante la OTAN, significa: Moscú y Bruselas han decidido poner punto final a las relaciones de colaboración de décadas anteriores”, declaró a Kommersant Andrei Kortunov, director general del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia. “Estas relaciones comenzaron a formarse en los años 90, abriendo canales de interacción no solo a nivel de los Jefes de Estado Mayor. Sin embargo, en los últimos años las relaciones se han ido deteriorando constantemente y se han vuelto cada vez más problemáticas”, añadió Kortunov.
Los contactos de Rusia con la alianza se han ido degradando constantemente a lo largo de los años, según Vasily Kashin, subdirector del Centro de Estudios Europeos e Internacionales Integrales. Prácticamente el único canal de comunicación militar que se mantiene y permite evitar incidentes indeseables es el contacto entre el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valery Gerasimov, y el jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, Mark Milley. Según Kashin, este canal ha demostrado su eficacia en medio de las crisis de los últimos años.