La agencia ucraniana de energía atómica acusó el viernes a las fuerzas rusas de secuestrar a dos altos cargos ucranianos en una central nuclear ocupada por Rusia y de detener a un tercero.
Energoatom declaró que los dos secuestrados en la central de Zaporizhzhia, en el sureste de Ucrania, fueron golpeados antes de ser conducidos en “dirección desconocida” el jueves.
El tercer trabajador detenido era responsable de la seguridad de la central, que fue capturada por las tropas rusas poco después de la invasión de Ucrania el 24 de febrero, pero que sigue siendo operada por personal ucraniano.
Rusia no hizo comentarios inmediatos sobre las acusaciones. Reuters no pudo verificarlas de forma independiente.
Kiev ha acusado a Rusia de presionar a los empleados ucranianos de la central para que firmen contratos con la compañía rusa de energía nuclear.
“Con tales acciones, los ocupantes intentan ganarse la lealtad del valiente personal proucraniano… Sin embargo, los invasores no lo consiguen porque el personal se resiste”, afirmó en un comunicado.
¿Catástrofe nuclear en ciernes?
Cada parte ha acusado a la otra de bombardear el emplazamiento de la mayor central nuclear de Europa, lo que hace temer una catástrofe nuclear más de tres décadas después del peor accidente atómico del mundo, el de Chernóbil, también en Ucrania.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), organismo de vigilancia nuclear de las Naciones Unidas, espera establecer una zona de seguridad alrededor de la central nuclear para finales de año.
En octubre, el Presidente ruso Vladimir Putin promulgó un decreto por el que la central y todos los empleados ucranianos pasaban de Energoatom a una filial de la corporación estatal rusa de energía nuclear, Rosatom. Kiev dijo que la transferencia de activos equivalía a un robo.
Funcionarios ucranianos también han afirmado que Moscú está utilizando el emplazamiento como depósito de armas de facto. Reuters no ha podido verificar de forma independiente estas acusaciones.