La “estrategia militar” rusa y un “método decidido para deshumanizar a las víctimas” están detrás de las supuestas violaciones y agresiones sexuales cometidas por las fuerzas de Moscú en Ucrania, declaró a la AFP la embajadora de la ONU, Pramila Patten.
Al ser preguntada por la AFP el jueves sobre si la violación estaba siendo utilizada como arma de guerra en Ucrania, la enviada especial de la ONU para las agresiones sexuales dijo: “Todos los síntomas están ahí”.
Una estrategia militar está en juego “cuando se encarcela a las mujeres durante días y se las viola, cuando se empieza a violar a niños y hombres pequeños, cuando se ven una serie de mutilaciones genitales, cuando las mujeres testifican sobre soldados rusos a los que se les suministra Viagra”, argumentó.
Se trata de una clara estrategia para deshumanizar a las víctimas, como se desprende de los relatos de las víctimas sobre lo que se les dijo durante las violaciones.
Según un estudio de Naciones Unidas de finales de septiembre, se han confirmado “más de cien incidencias” de violaciones o agresiones sexuales en Ucrania desde la invasión rusa de febrero, como mencionó Patten.
Según los testimonios recogidos, las víctimas de la violencia sexual tienen edades comprendidas entre los cuatro y los ochenta y dos años, y la investigación “probó los crímenes contra la humanidad cometidos por los militares rusos”, afirmó.
Además, aclaró que entre las víctimas hay hombres y personas que se identifican como tales.
Sin embargo, “los incidentes documentados son solo la punta del iceberg”, subrayó.
La violencia sexual es un “crimen silencioso” que rara vez se denuncia, por lo que “es muy difícil tener buenas cifras durante una guerra en curso”, dijo.