El administrador de la NASA, Bill Nelson, criticó a China por su falta de transparencia y voluntad de cooperación con Estados Unidos. Pekín ha presionado para estrechar lazos con Rusia y desplazar el liderazgo mundial de EE.UU. en el espacio.
“Queremos una cooperación que no se ha producido por parte del gobierno chino (pero) se necesitan dos para bailar el tango”, dijo Nelson a los periodistas. “Simplemente no hemos tenido ninguna transparencia por parte de los chinos”.
Nelson dijo que después de que China lanzara su estación espacial en 2021, uno de los propulsores se desvió hacia la Tierra. Dijo que los funcionarios espaciales chinos no compartieron ningún dato de seguimiento de dónde se proyectaba que aterrizara el booster.
“Cuando lanzaron su estación espacial no reservaron suficiente combustible para controlar el lugar en el que caía y, gracias a Dios, cayó en el Océano Índico. (Pero) podría haber caído en Europa, podría haber caído en Arabia Saudita. Podría haber caído en Grecia”, dijo.
Nelson añadió que existe una falta de transparencia respecto a la actividad china en el espacio. Señaló que la NASA tiene restringido trabajar con el gobierno chino o con cualquier organización afiliada a China a menos que lo apruebe el Congreso.
Ha habido hostilidad y sombra entre ambos países en el espacio. La NASA prohibió a China ser miembro del programa de la Estación Espacial Internacional (ISS).
A continuación, Nelson pasó a hablar de Rusia y dijo que la NASA tenía “el sello de aprobación de la Casa Blanca” para ampliar una asociación espacial con Rusia “a pesar de los horrores que estamos viendo con nuestros ojos a diario en la televisión de lo que está sucediendo en Ucrania”. La buena noticia, dijo:
“Veo que esa relación profesional con los astronautas y cosmonautas y los equipos de tierra en los dos respectivos controles de misión, veo que continúa”.
Mientras tanto, un nuevo informe de la Agencia de Inteligencia de Defensa indicó que China y Rusia están alineando sus fuerzas y planean “socavar el liderazgo global de Estados Unidos y sus aliados en el ámbito espacial”.
Así que China ignora a la NASA, y Moscú y Pekín se acercan en una emergente carrera espacial contra Occidente. Es una señal de que el viejo orden económico mundial se está fracturando mientras un nuevo mundo bipolar surge de las cenizas.