Stephen Wise obedeció la orden del Departamento de Estado norteamericano para ocultar la información hasta que fuera verificada. Eso llevó tres meses.
El 28 de agosto de 1942, el contenido de lo que se llamó el «Telegrama de Riegner», que constituía un intento de acceder a las noticias de la decisión alemana sobre la “Solución Final”, fue recibido por el rabino estadounidense Stephen Wise.
Los historiadores especularon que un número significativo de vidas judías se podrían haber salvado si Stephen Wise hubiera hecho pública la información de inmediato, en lugar de esperar tres meses para llamar a una conferencia de prensa, como lo hizo.
Gerhard Riegner (1911-2001) era un judío suizo que en 1942 se desempeñó como director de la oficina del Congreso Judío Mundial (CJM) en Ginebra, en la Suiza neutral. Ese verano, Riegner recibió un informe del alemán Eduard Schulte, en relación con el asesinato en masa de los judíos.
Schulte (1891-1966) era la cabeza de un gran conglomerado alemán que hizo negocios con los militares alemanes. Tenía contacto frecuente con oficiales nazis, y aprovechó frecuentes viajes de negocios a Suiza para transmitir la información que había recogido de los canales de inteligencia allí.
Schulte informó sobre lo que había oído de oficiales de alto rango e informó a Riegner, con la esperanza de que fuera capaz de llevar la información a Estados Unidos y Gran Bretaña.
En ese momento, no era posible para los individuos o las organizaciones privadas enviar telegramas desde Suiza. La idea era que Riegner usara sus contactos extranjeros para transmitir la información.
El 8 de agosto, Riegner visitó a Howard Elting, el vicecónsul de Estados Unidos en Ginebra, le informó lo que le habían dicho y le pidió Elting enviar el material al Rabino Stephen Wise, un rabino reformista conocido, presidente del CJM y amigo del presidente Franklin Roosevelt. Del mismo modo, Riegner visitó a un diplomático británico.
Tres días más tarde, un cable salió de la legación estadounidense en Berna a Washington, con la presentación del informe.
Aunque el Departamento de Estado no pasó el Telegrama de Riegner al rabino Stephen Wise, el destinatario británico, Samuel Silverman – que diputado y funcionario del CJM – lo envió al Rabino Wise el 28 de agosto. El secretario de Estado norteamericano, Sumner Welles, le pidió a Wise no dar a conocer la información hasta que el Departamento de Estado hubiera verificado los contenidos impactantes del telegrama.
A finales de noviembre, Welles llamó a Stephen Wise y le informó que cuatro estados independientes habían confirmado el informe de Riegner.
Según el historiador israelí Yehuda Bauer, Wise hizo una rueda de prensa, pero «recibió una mínima cobertura de los periódicos y su mensaje fue básicamente ignorado”.
Hay buenas razones para creer que Estados Unidos podría haber hecho más para salvar vidas judías durante el Holocausto, tanto militarmente como a través de canales humanitarios. Pero la timidez excesiva del rabino Wise parece un caso de culpa fuera de lugar.
Fuente: itongadol.com.ar