En un mitin de “Save America” en Arizona el sábado por la noche, el expresidente Donald Trump deleitó a una multitud estridente de seguidores que se extendía “hasta donde alcanza la vista” con una acusación contundente contra el presidente Joe Biden, de quien dijo que ha causado “más destrucción… que los últimos cinco presidentes juntos en el último año”.
Trump, que ha alimentado las especulaciones de que podría montar otra candidatura a la Casa Blanca en 2024, dijo a la multitud que “nuestro país se está yendo al infierno” y que “el pueblo estadounidense debe recuperar sus vidas y su futuro”.
El político republicano, que disfrutó de un ascenso meteórico a la Casa Blanca en 2016 y que dejó el cargo en 2020 siendo aún muy popular entre los votantes del Partido Republicano, ha seguido criticando al presidente Joe Biden en el año transcurrido desde la toma de posesión de este último.
En los prolegómenos del mitin del sábado, Trump había prometido hablar de “las elecciones presidenciales amañadas de 2020, la falsa Gran Mentira, los corruptos LameStream Media, el desastre de Afganistán, la inflación, la repentina falta de respeto por nuestra nación y sus líderes, y mucho más”.
Como prometió, el expresidente arremetió contra su sucesor por una amplia gama de supuestos fracasos, entre ellos: el aumento de la inflación, el despilfarro del logro de la independencia energética que tanto le costó a la administración Trump, las estanterías vacías de las tiendas, la explosión de los crímenes violentos en las ciudades gobernadas por los demócratas, una frontera sur porosa e inundada de inmigrantes ilegales y drogas, adversarios extranjeros como Rusia y China que “están jugando con nosotros”, los mandatos de vacunas y el “racionamiento de terapias que salvan vidas en función de la raza”.
Resumiendo el rápido declive del país bajo Biden, Trump dijo que Estados Unidos está en camino de convertirse en “una versión a gran escala de Venezuela”.
El aparentemente indomable púlpito de Trump recibió un golpe el pasado mes de enero cuando se le prohibió permanentemente el acceso a la mayoría de las principales plataformas de redes sociales, ya que los líderes tecnológicos afirmaron que el presidente constituía un peligro importante para la seguridad de Estados Unidos tras los disturbios del 6 de enero en el Capitolio.
Desde entonces, el expresidente ha conseguido mantener un perfil relativamente alto, apareciendo en varios mítines y emitiendo regularmente comunicados de prensa mordaces en los que arremete contra la actual administración y los principales medios de comunicación estadounidenses.