Donald Trump, presidente de Estados Unidos, otorgó nuevas funciones a Adam Boehler, su enviado especial para la respuesta a los rehenes, según una notificación enviada al Congreso el 4 de abril y divulgada por Axios.
La decisión otorga a Boehler autoridad para coordinar casos de rehenes en diversas agencias del gobierno federal, ampliando sus atribuciones actuales.
La estructura de mando lo coloca bajo supervisión directa tanto del presidente como del secretario de Estado, Marco Rubio, según la misma fuente.
El ajuste de funciones ocurrió después de que se conociera su encuentro no revelado previamente con miembros de Hamás, el primero de este tipo para un funcionario estadounidense. Aunque la reunión recibió el visto bueno de Trump, generó malestar entre senadores republicanos, quienes transmitieron sus objeciones directamente a la Casa Blanca.
En respuesta a la polémica, Boehler retiró su candidatura a enviado presidencial especial para asuntos de rehenes, un cargo que necesitaba aprobación del Senado. Su nuevo puesto, sin embargo, es de carácter temporal y no requiere ese proceso.
Al ser consultado por Al Jazeera el miércoles, Boehler reconoció la posibilidad de volver a reunirse con Hamás para intentar asegurar la liberación de los rehenes retenidos en Gaza. Mencionó explícitamente el caso del ciudadano estadounidense Edan Alexander y de otros cautivos.
La notificación oficial citada por Axios detalla que Boehler trabajará con distintas agencias para asegurar que los ciudadanos estadounidenses detenidos en el extranjero bajo circunstancias graves reciban atención prioritaria del gobierno y se resuelva su situación.
El encargo también contempla intervenir en casos de detenciones consideradas injustas por motivos humanitarios o de seguridad, tanto de estadounidenses como de personas extranjeras cuya liberación beneficie a Estados Unidos.
La duración de este cargo se extiende hasta septiembre de 2025, salvo que el nombramiento sea prorrogado.