El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, restó importancia a la posible implicación del príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salmán, en el asesinato en octubre del periodista Jamal Khashoggi, y dijo que ese factor no afectará la «férrea» alianza entre Washington y Riad.
«Podría ser que el príncipe heredero tuviera conocimiento de este trágico acontecimiento. ¡Quizá lo tuvo, y quizá no! Puede que nunca sepamos todos los hechos que rodearon el asesinato del señor Jamal Khashoggi», dijo Trump en un largo comunicado.
El mandatario planeaba recibir un informe de la CIA sobre el asesinato de Khashoggi que, según informaciones de prensa, contenía la conclusión de esa agencia de inteligencia de que Bin Salmán había ordenado el asesinato de Khashoggi, crítico con las autoridades del reino.
En su comunicado, Trump minimizó esa conclusión e incluso pareció disputarla al decir que «quizá no» hubo implicación del príncipe heredero, y dejó claro que no planea tomar más medidas punitivas contra Arabia Saudita en relación con el caso.
«Estados Unidos pretende seguir siendo un férreo aliado de Arabia Saudita para asegurar los intereses de nuestro país, de Israel y de todos los otros aliados en la región«, subrayó Trump.
«Entiendo que hay miembros del Congreso a los que, por razones políticas o de otro tipo, les gustaría ir en una dirección diferente y son libres de hacerlo. Consideraré todas las ideas que me presenten, pero solo si son coherentes con la seguridad absoluta de Estados Unidos«, agregó.
Khashoggi, como ha reconocido Riad, fue asesinado por un grupo de agentes llegados desde Arabia Saudita, algunos cercanos al príncipe heredero, en el consulado en Estambul, adonde acudió el pasado 2 de octubre para recoger unos documentos que le permitieran casarse con su prometida turca.
El comunicado, aparentemente dictado por Trump y lleno de signos de exclamación, comienza con una mención a su lema de «Estados Unidos primero«, seguida de una advertencia de que «el mundo es un lugar muy peligroso» y de una advertencia sobre las actividades «sangrientas» de Irán en Oriente Medio.
El presidente concluyó con un recordatorio de que Arabia Saudita es «el segundo mayor productor de petróleo del mundo» y que ha «respondido muy bien» a sus peticiones «de mantener los precios del crudo en niveles razonables».
También insistió en que sería «ingenuo» cancelar los multimillonarios acuerdos de venta de armas a Arabia Saudita que cerró su Gobierno, porque «Rusia y China se beneficiarían y estarían encantados de adquirir todo eso».