El presidente estadounidense, Donald Trump, tomó el miércoles medidas para impedir que altos funcionarios iraníes y sus familiares directos ingresen a Estados Unidos como inmigrantes o no inmigrantes, dijo la Casa Blanca en una declaración.
En la proclamación se señalaba el patrocinio del terrorismo por parte de Irán, la detención arbitraria de ciudadanos estadounidenses, las amenazas a sus vecinos y el lanzamiento de ciberataques.
“Dado que este comportamiento amenaza la paz y la estabilidad en el Medio Oriente y más allá, he determinado que es en interés de los Estados Unidos tomar medidas para restringir y suspender la entrada a los Estados Unidos, como inmigrantes o no inmigrantes, de altos funcionarios del gobierno de Irán, y sus familiares inmediatos”, dijo Trump en la proclamación.
La confrontación entre Estados Unidos e Irán se ha intensificado desde el año pasado, cuando Trump retiró el acuerdo nuclear de 2015 de Irán con las principales potencias y reimpuso sanciones que han paralizado la economía iraní. Trump quiere ir más allá de ese acuerdo para frenar aún más el programa nuclear de Irán, detener su trabajo con misiles balísticos y poner fin a su apoyo a las fuerzas sustitutivas en Oriente Medio.
El presidente iraní Hassan Rouhani dijo antes que Estados Unidos tendría que “pagar más” si quería un acuerdo más amplio y rechazó reunirse con el presidente estadounidense por ahora. Ambos estuvieron en Nueva York para la reunión anual de líderes mundiales de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Trump ha seguido una política de “máxima presión” contra Irán para tratar de forzar a Teherán a cambiar sus políticas, y un alto funcionario de EE.UU. dijo que continuaría “aumentando la presión sobre el régimen iraní… hasta que abandone su comportamiento ilegal”.
“Durante años, el régimen iraní ha atacado, criticado y trabajado agresivamente contra Estados Unidos”, dijo el funcionario. “Mientras tanto, los hipócritas líderes del régimen y sus familiares han estado explotando nuestra libertad y prosperidad”.
“Vienen a Estados Unidos para ir a nuestras escuelas, buscar trabajo, disfrutar de nuestro entretenimiento y asimilar nuestra cultura”, dijo el funcionario, quien habló con la condición de anonimato, y agregó que tales “funcionarios y sus familias no merecen el privilegio y el lujo de venir a Estados Unidos”.
Trump le dio la autoridad para decidir quién estaría cubierto por la proclamación al Secretario de Estado.
También hizo excepciones, diciendo que entre otras cosas la proclamación no se aplicaría a los residentes permanentes legales de los Estados Unidos, a aquellos a los que se les ha concedido asilo o a los refugiados que ya han sido admitidos en los Estados Unidos. También proporcionó posibles excepciones para las personas cuya entrada “promovería importantes objetivos de aplicación de la ley…”.
No está claro si la proclamación afectará a los diplomáticos iraníes en las Naciones Unidas.
Bajo el “acuerdo de 1947 sobre la sede” de la ONU, Estados Unidos está generalmente obligado a permitir el acceso a las Naciones Unidas a los diplomáticos extranjeros. Pero Washington dice que puede negar visas por razones de “seguridad, terrorismo y política exterior”.