El presidente Donald Trump, en su actual viaje por el Medio Oriente, excluyó a Israel de su itinerario, pero insistió en que su agenda beneficia al Estado judío. A bordo del Air Force One, afirmó: “Fortalecer lazos con estos países es positivo para Israel”. Respondiendo a preguntas sobre la liberación del rehén israelí-estadounidense Edan Alexander, Trump atribuyó el éxito principalmente a Estados Unidos. “Sin nuestra intervención, probablemente ningún rehén estaría vivo. Mi equipo merece gran reconocimiento”, declaró, aunque concedió que Israel, en guerra, también merece crédito.
El lunes, Hamás liberó a Alexander en un gesto de buena voluntad hacia Trump, justo antes de su llegada a la región. La oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu confirmó que este mantuvo extensas conversaciones con Steve Witkoff, enviado especial de Trump para el Medio Oriente, y el equipo israelí de negociación de rehenes. Witkoff, tras reunirse con Netanyahu y el embajador estadounidense Mike Huckabee en Tel Aviv, viajó a Doha. Allí, según Al Jazeera, dialogó durante dos horas y media con altos funcionarios qataríes y familias de rehenes. Netanyahu, tras hablar con Trump, autorizó enviar una delegación a Doha, pero aclaró que las negociaciones se realizarán “bajo fuego”.
En Riad, durante la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo, Trump expresó su deseo de un “futuro seguro y digno” para los palestinos en Gaza, pero condenó a Hamás por “disfrutar de violar, torturar y asesinar inocentes”. Agradeció a los países del Golfo por su rol en buscar el fin de la guerra y destacó la liberación de Alexander, a quien creía muerto. “Todos los rehenes, sin importar su nacionalidad, deben ser liberados para avanzar hacia la paz”, afirmó.
El ministro de Exteriores saudí, Faisal bin Farhan Al-Saud, reveló tras la cumbre que Estados Unidos y Arabia Saudita coinciden en la urgencia de un alto el fuego en Gaza y la liberación de todos los rehenes. Según The New York Times, Al-Saud indicó que la administración Trump está lista para tomar “decisiones audaces” para lograr una tregua y avanzar hacia un Estado palestino. “Sin un alto el fuego, la entrega de ayuda a Gaza será casi imposible”, advirtió. Estados Unidos no emitió un comunicado oficial sobre estos acuerdos.
Israel advirtió que iniciará una gran ofensiva en Gaza si Hamás no acepta un acuerdo de rehenes antes del viernes, cuando Trump concluya su gira. Netanyahu reiteró a su coalición que solo avala la “propuesta Witkoff”, que implica liberar hasta la mitad de los rehenes a cambio de una tregua de una semana. Durante ese periodo, Israel aceptaría negociar el fin permanente de la guerra, pero exige que Hamás se desarme y ceda el control de Gaza.
Hamás, por su parte, está dispuesto a entregar el gobierno de la Franja y acordar una tregua larga con garantías de seguridad, pero rechaza el desarme total. Además, exige a los mediadores, posiblemente mediante una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, garantías de que Israel no reanudará la guerra tras liberar rehenes. Los mediadores árabes enfrentan dificultades para convencer a Hamás, ya que el acuerdo de enero, que preveía negociar un alto el fuego permanente, colapsó en marzo tras la negativa de Netanyahu a avanzar en las conversaciones.