PARÍS – Una turista china de edad avanzada hospitalizada en Francia ha muerto de un coronavirus, convirtiéndose en la primera fatalidad en Europa, dijo el sábado la Ministra de Salud francesa Agnes Buzyn.
La víctima fue una mujer de 80 años de edad de China, informó la BBC citando a Buzyn, y agregó «llegó a Francia el 16 de enero y fue puesta en cuarentena en el hospital de París el 25 de enero».
Francia ha registrado 11 casos del coronavirus y, según la BBC, seis permanecen en el hospital.
Fuera de la China continental, se han registrado unos 500 casos en unos 24 países y territorios. Hasta la muerte en Francia, se habían producido tres muertes fuera de China, una en el Japón, otra en Hong Kong y otra en Filipinas.
Hasta el sábado, China informó 66.492 casos confirmados y 1.523 muertes por el coronavirus.
Más de 66.000 personas han sido infectadas en China por un virus que surgió en la provincia central de Hubei en diciembre, antes de propagarse por todo el país un mes después y causar pánico mundial.
El gobierno municipal de Pekín promulgó el viernes una norma que exige a todas las personas que vienen a la capital que se pongan en cuarentena durante 14 días, advirtiendo que los infractores serán castigados, según los medios de comunicación oficiales. No estaba claro cómo las autoridades harían cumplir la medida.
Unos 1.700 trabajadores médicos han sido infectados, y seis han muerto a causa de la enfermedad de COVID-19, dijeron los funcionarios, subrayando la lucha del país para contener la creciente crisis sanitaria.
El presidente chino Xi Jinping reconoció que el brote puso de manifiesto las “deficiencias” del sistema de respuesta a emergencias sanitarias del país.
La lucha contra el brote es una “gran prueba para el sistema de gobierno y la capacidad de gobierno del país”, dijo Xi mientras presidía una reunión política sobre las reformas del gobierno esta semana, según los medios de comunicación estatales.
Las autoridades chinas han puesto en cuarentena a unos 56 millones de personas en Hubei, prácticamente aislando la provincia del resto del país en un esfuerzo sin precedentes para contener el virus.
Varias ciudades alejadas del epicentro también han impuesto duras medidas que limitan el número de personas que pueden abandonar sus hogares, mientras que las escuelas siguen cerradas en todo el país y muchas empresas han animado a sus empleados a trabajar desde casa.
Varios países han prohibido las llegadas de China y las principales líneas aéreas han cortado los servicios con el país.
Sin embargo, la epidemia ha seguido propagándose por toda China y han aparecido cientos de casos en más de dos docenas de países.
Un importante científico chino había predicho que la epidemia podría alcanzar su punto máximo a finales de este mes, después de que el número de nuevos casos hubiera disminuido a principios de la semana.