La semana pasada, la policía turca arrestó a un sospechoso que supuestamente transfería dinero a agentes de la agencia de inteligencia israelí, Mossad, según informaron el martes fuentes de seguridad de Turquía. El detenido, identificado como Liridin Rexhepi, de nacionalidad kosovar, fue señalado por la agencia de inteligencia nacional turca (MIT) como un “financista de la inteligencia israelí”.
De acuerdo con las declaraciones del MIT, Rexhepi gestionaba una red financiera del Mossad en Turquía, enviando fondos a informantes implicados en actividades de espionaje como filmaciones con drones, campañas de guerra psicológica contra políticos palestinos y la recolección de información sobre la situación en Siria.
Las autoridades turcas comenzaron a rastrear a Rexhepi cuando este ingresó a Turquía el 25 de agosto, siendo detenido por la Policía Antiterrorista de Estambul el 30 de agosto. Rexhepi admitió haber realizado transferencias de efectivo a informantes a través de Western Union y se encuentra actualmente en prisión a la espera de una audiencia judicial.
El MIT ha afirmado que el Mossad envía dinero a sus agentes en Turquía desde varios países de Europa del Este, especialmente desde Kosovo, con parte de estos fondos siendo transferidos a informantes en Siria. Las transacciones también habrían involucrado el uso de criptomonedas.
Desde que comenzó la guerra entre Israel y Hamás en Gaza el 7 de octubre, que se saldó con la muerte de 1.200 personas y el secuestro de 251 en el sur de Israel, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha criticado fuertemente a Israel y ha elogiado al grupo terrorista Hamás, calificándolo como un movimiento de liberación.
En diciembre pasado, el jefe de la agencia de seguridad israelí, Shin Bet, declaró que su organización estaba lista para atacar a Hamás en cualquier lugar, incluyendo países como Líbano, Turquía y Qatar. En respuesta, Turquía advirtió a Israel sobre “graves consecuencias” si intentaba perseguir a miembros de Hamás fuera de los territorios palestinos.
Las autoridades turcas han arrestado desde entonces a decenas de personas, acusadas de espiar para Israel, en su mayoría por recopilar información sobre palestinos residentes en Turquía. En enero, 33 personas fueron detenidas bajo sospecha de espionaje para Israel, y en los meses siguientes se llevaron a cabo más detenciones de individuos supuestamente vinculados a la venta de información al Mossad.
Hasta el momento, Israel no ha comentado sobre estos arrestos. En mayo, Turquía suspendió todo comercio con Israel y, en agosto, presentó una solicitud ante un tribunal de la ONU para unirse a una demanda de Sudáfrica acusando a Israel de genocidio en Gaza.
Erdogan ha acusado a Israel de cometer genocidio, ha exigido que sea juzgado en tribunales internacionales y ha criticado a los países occidentales por su apoyo a Israel, llegando a comparar al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, con Adolf Hitler. Tras la invasión de Hamás el 7 de octubre, las relaciones entre Turquía e Israel, que se habían normalizado en 2022, se han vuelto a deteriorar significativamente.