El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció el martes que su gobierno ha solicitado formalmente a Suecia que trabaje en la lucha contra el “terrorismo” como condición previa a la aprobación por parte de Ankara de su solicitud de adhesión a la alianza militar de la OTAN, reiterando declaraciones anteriores de funcionarios del gobierno turco en un momento en que el proceso de adhesión del país está estancado.
“Entendemos sus preocupaciones de seguridad, [pero] queremos que Suecia responda a las nuestras”, dijo Erdogan durante una reunión con el primer ministro sueco, Ulf Kristersson, en el palacio presidencial turco en Ankara. En sus declaraciones, Erdogan dijo que “deseaba sinceramente” la adhesión de Suecia, pero exigió a Estocolmo pasos concretos antes de que el gobierno turco pudiera aprobar su entrada en la alianza. El líder turco indicó que las dos naciones tenían previsto celebrar otra reunión para resolver las preocupaciones de Ankara en torno a la candidatura a finales de mes, pero no especificó la fecha.
Suecia y Finlandia, que mantuvieron su neutralidad militar durante la Guerra Fría, comenzaron a estudiar su entrada en la OTAN inmediatamente después de la invasión rusa de la vecina Ucrania en febrero. Los parlamentos de ambos países aprobaron el apoyo de sus gobiernos a la adhesión en mayo y ambos firmaron los protocolos de adhesión en la cumbre anual de la OTAN en julio. Veintiocho de los treinta Estados miembros de la OTAN han aprobado su solicitud. Turquía y Hungría son las dos únicas naciones que no lo han hecho. El gobierno húngaro ha presentado la solicitud de aprobación a su parlamento, que tiene previsto debatir la medida en una fecha futura.
Turquía se ha opuesto a la entrada de Suecia y Finlandia en la OTAN por considerar que ambos países acogen a personas y grupos considerados por Ankara como terroristas. Aunque el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo secesionista kurdo activo en el sur de Turquía y en el norte de Siria ocupado por Turquía, es considerado por la UE como una organización terrorista, algunos de sus miembros residen en Suecia, lo que ha llevado a Turquía a exigir su extradición. Además, Turquía ha clasificado como terroristas a otros grupos kurdos, incluidas las Unidades de Protección Popular (YPG), aunque la mayoría de los demás gobiernos occidentales no lo han hecho.
En junio, como parte de un memorando de entendimiento que preveía la eventual aprobación por parte de Ankara de las candidaturas sueca y finlandesa a la OTAN, Turquía proporcionó a ambos países una lista de residentes kurdos para extraditar. No está claro cuántos de ellos han sido extraditados desde entonces. Aunque Suecia anunció la extradición de un ciudadano turco en agosto, afirmó que ese caso no estaba relacionado con el asunto más amplio de la OTAN.
En declaraciones públicas realizadas inmediatamente después de la reunión, Kristersson la describió como “muy productiva”, insistiendo en que su gobierno apoyaría la ley y el orden y que Suecia “cumpliría todas las obligaciones contraídas con Turquía en la lucha contra la amenaza terrorista”.