El viernes, el ministro de Finanzas de Turquía aseguró a las empresas turcas que no deben temer las sanciones que Washington ha amenazado con imponerles si hacen negocios con los rusos sancionados.
La primera respuesta oficial de Ankara a la carta que el Tesoro estadounidense envió el lunes a las empresas turcas fue publicada en Twitter por Nureddin Nebati.
Wally Adeyemo, subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, advirtió recientemente a los bancos y empresas turcas de que se enfrentarían a sanciones secundarias si seguían haciendo negocios con los rusos sancionados como reacción a la invasión rusa de Ucrania.
Entre mayo y julio, el valor del comercio de Turquía con Rusia aumentó aproximadamente un 50 %.
“La preocupación en nuestros círculos empresariales es injustificada”, dijo Nebati sobre la carta. En lo que respecta a la política y la economía mundiales, Turquía es un actor importante.
Turquía, miembro de la OTAN, que mantiene excelentes relaciones tanto con Moscú como con Kiev, ha optado por adoptar una postura neutral en la guerra y ha rechazado las sanciones internacionales.
En una conferencia en el balneario del mar Negro de Sochi a principios de este mes, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y su homólogo ruso Vladimir Putin se comprometieron a aumentar las relaciones económicas.
A las autoridades estadounidenses les preocupa que los oligarcas rusos sometidos a sanciones estén utilizando empresas de fachada turcas para realizar negocios internacionales.
También preocupa la posibilidad de que las empresas europeas estén realizando prácticas similares para evitar las sanciones de la UE impuestas al comercio ruso.
Según Nebati, Turquía está “comprometida a mejorar nuestras relaciones comerciales con nuestros vecinos en todos los sectores, especialmente el turismo, en un marco que no sea susceptible de sanciones”.
La preocupación en Estados Unidos se ha visto agravada por la decisión de Turquía de pasar a pagar en rublos en lugar de en dólares el gas natural importado de Gazprom, empresa vinculada al Kremlin.
Además, a Estados Unidos le preocupa que Rusia utilice a Turquía para adquirir tecnología restringida de Estados Unidos y la Unión Europea.
El Wall Street Journal examinó datos que muestran que los rusos han abierto más de 500 empresas en Turquía en lo que va de año, lo que supone más del doble de las que se fundaron en todo 2017.
Erdogan ha mantenido que, dado que las industrias de su país dependen tanto de las importaciones de energía rusa, Turquía debe permanecer “neutral” en la guerra.