Se espera que Ucrania celebre el jueves una vista preliminar en su primer juicio contra un soldado ruso acusado de violar a una mujer ucraniana durante la invasión rusa, el primero de lo que podrían ser docenas de casos de este tipo.
El sospechoso, Mikhail Romanov, de 32 años, que no está bajo custodia ucraniana y será juzgado en ausencia, está acusado de asesinar a un civil en la región de la capital de Kiev el 9 de marzo y luego violar repetidamente a la esposa del hombre, según los archivos judiciales.
El Ministerio de Defensa ruso no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios por escrito, y Reuters no pudo contactar con el soldado. Moscú ha negado las acusaciones de crímenes de guerra.
Romanov está acusado de violar a una mujer de 33 años después de que él y otro soldado ruso disparasen a bocajarro a su marido Oleksiy en el pueblo de Bohdanivka, al noreste de Kiev.
Los dos soldados se marcharon entonces y posteriormente volvieron dos veces más para violarla, según los expedientes judiciales. No se ha establecido la identidad del segundo soldado.
El juicio
No estaba claro qué tipo de representación legal tendría Romanov en el juicio, que se celebrará a puerta cerrada.
Un fiscal que trabaja en casos de violencia sexual dijo a Reuters que se estaban investigando hasta 50 delitos de este tipo, pero que el número de casos de violencia sexual por parte de soldados rusos desde el 24 de febrero era probablemente mucho mayor.
Funcionarios, activistas y médicos han afirmado que muchas supervivientes tienen miedo o no están dispuestas a presentar sus casos ante la policía y la fiscalía, por temor a las represalias de Rusia y al estigma de sus vecinos ucranianos.
Un portavoz de la Fiscalía General dijo que un fiscal podría comentar el juicio públicamente después de la audiencia del jueves.
Ucrania afirma que está investigando miles de posibles crímenes de guerra cometidos durante la invasión rusa, que comenzó el 24 de febrero. La fiscal general, Iryna Venediktova, dijo a Reuters que muchos de los sospechosos se encuentran en Rusia, pero que algunos han sido tomados por Ucrania como prisioneros de guerra.