Funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano confirmaron el miércoles que el gobierno había roto los lazos con Corea del Norte después de que ésta anunciara su reconocimiento de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, los dos territorios escindidos de la región oriental ucraniana de Donbass, como naciones independientes, lo que convierte a Pyongyang en el tercer gobierno que lo hace, después de la Rusia de Vladimir Putin en febrero y la Siria de Bashar al-Assad en junio.
“El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania condena enérgicamente la decisión de la República Popular Democrática de Corea de reconocer la llamada ‘independencia’ de los territorios ocupados temporalmente por la Federación Rusa en las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk”, rezaba un comunicado emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores, utilizando el nombre formal de Corea del Norte. “Consideramos esta decisión como un intento de Pyongyang de socavar la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, una grave violación de … la Carta de la ONU y de las normas y principios fundamentales del … derecho internacional”.
“El reconocimiento del régimen norcoreano … es nulo, no tendrá consecuencias legales y no cambiará las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania”, añadió. “En respuesta a tal acto inamistoso, Ucrania anuncia la ruptura de relaciones diplomáticas”.
La decisión de Pyongyang de reconocer a Donetsk y Luhansk, que han librado una guerra de ocho años contra el gobierno central de Kiev con apoyo ruso, fue publicada por primera vez por la agencia de noticias estatal rusa TASS. La organización de noticias citó al líder de Donetsk, Denis Pushilin, y al embajador de Corea del Norte en Rusia, Sin Hong-chol, quien dijo haber presentado un documento que afirmaba el reconocimiento de la embajadora de Donetsk en Rusia, Olga Makeyeva.
Aunque Corea del Norte y Ucrania habían mantenido nominalmente relaciones diplomáticas hasta el anuncio, ninguna de las dos naciones tenía representación consular en la otra, ya que Corea del Norte dirigía los asuntos ucranianos desde su embajada en Moscú y Ucrania gestionaba los asuntos norcoreanos desde su embajada en Pekín. El comunicado señalaba que las sanciones internacionales vigentes contra Corea del Norte ya restringían gravemente los contactos políticos y económicos entre Kiev y Pyongyang.
Corea del Norte se ha puesto constantemente del lado del Kremlin durante su actual invasión de Ucrania. Fue uno de los cinco países que votaron en contra de una resolución de la Asamblea General de la ONU que condenaba la invasión, junto con Rusia, Bielorrusia, Siria y Eritrea.
El ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, argumentó que la decisión era más indicativa de la “toxicidad” de Rusia que de una auténtica opción política del gobierno norcoreano, sugiriendo que Corea del Norte había accedido a reconocer los dos protoestados escindidos a cambio de una recompensa del Kremlin.
“Rusia ya no tiene aliados en el mundo, salvo los países que dependen de ella financiera y políticamente”, dijo, especulando que el grado de aislamiento de Moscú pronto sería similar al de Pyongyang, a medida que las sanciones occidentales siguieran aumentando.