Los miembros de la Unión Europea acordaron reabrir sus fronteras a los ciudadanos de 14 países, mientras que los Estados Unidos, Rusia, Israel, Turquía o Arabia Saudita están actualmente excluidos de ello, ya que la situación de la pandemia COVID-19 en estos países se considera más grave que en Europa, según un informe publicado por Le Monde.
Los embajadores de los 27 miembros de la Unión Europea se reunieron desde el viernes por la tarde para establecer los criterios para conceder el acceso libre de aislamiento a partir del próximo miércoles.
Se ha decidido que Europa reabra sus fronteras a los ciudadanos de Australia, Canadá, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda, Ruanda, Tailandia, Uruguay, los tres estados del Magreb (Argelia, Marruecos, Túnez) y los tres Estados balcánicos (Georgia, Montenegro, Serbia).
En el informe de Le Monde se señaló que algunos miembros de la Unión Europea han pedido que se aplace la decisión para examinarla más a fondo, lo que significa que la decisión puede ser revisada. La lista no es totalmente vinculante, la gestión de las fronteras sigue siendo una cuestión de decisión nacional. Por consiguiente, los países miembros pueden no estar abiertos a las catorce nacionalidades seleccionadas, pero se comprometen, por otra parte, a no aceptar a nacionales de otros Estados.
“Los viajes internacionales son fundamentales para el turismo y los negocios, y para que la familia y los amigos se vuelvan a conectar”, dijo la Comisaria Europea de Asuntos Internos, Ylva Johansson, a principios de este mes.
Antes de la crisis, una media de 3.5 millones de personas cruzaban una frontera interna de la Unión Europea cada día, según un informe del Parlamento Europeo del año pasado, unos 1.7 millones de los cuales se desplazaban al trabajo.