En un comunicado, el régimen de Venezuela denunció la “entrada furtiva” del buque de guerra de Estados Unidos USS PINCKNEY (DDG-91) en la zona contigua y describió esta acción como un “acto de provocación inexcusable” que busca “socavar” la “soberanía e integridad territorial”.
El régimen del dictador Nicolás Maduro ha calificado la operación del destructor, realizada a 16.1 millas náuticas de la costa venezolana, como una violación del derecho marítimo y como “un acto de provocación que se está llevando a cabo como resultado de la reciente visita de Donald Trump” al Comando Sur en Florida, “en su desesperada campaña para atraer el voto latino en ese estado a cambio de la permanente e ilegal agresión contra Venezuela”.
El texto afirma que las instituciones venezolanas y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) “respetarán a toda costa la sagrada soberanía e integridad territorial de Venezuela, de conformidad con el derecho internacional”.
Los Estados Unidos desplegaron el buque de guerra USS PINCKNEY en el Caribe frente a las costas de Venezuela el miércoles en respuesta a una “excesiva reclamación marítima” de Caracas para otro ejercicio marítimo de la Marina de los Estados Unidos hace tres semanas, que las autoridades venezolanas calificaron de “provocación”.
“Hoy el destructor ‘USS Pinckney’, un lanzador de misiles clase Arleigh Burke, desafió la excesiva reclamación marítima de Venezuela en aguas internacionales durante un exitoso ejercicio de navegación en el Mar Caribe”, dijo el Comando Sur de los Estados Unidos en un comunicado.
Estados Unidos lanzó el 23 de junio una operación similar con el buque de guerra Nitze (DDG 94), un ejercicio que el régimen de Maduro calificó de “provocador” al informar que el buque se aproximaba a 30 millas de la costa venezolana.
En esa ocasión, el Ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, calificó esta acción como un “acto de provocación” y aconsejó al comandante del Comando Sur, Craig Faller, que no se atreviera a enviar sus fuerzas a navegar por aguas venezolanas o a “realizar acciones militares, operaciones en el mar”, porque recibiría una “respuesta digna” de Venezuela.
Desde abril, las fuerzas navales de los Estados Unidos se han comprometido frente a las costas de Venezuela como parte de una “operación antidrogas” en aguas del Caribe.
Los Estados Unidos afirman que la marina operó en aguas internacionales fuera de las 12 millas náuticas que son jurisdicción de Venezuela.
El Comando Sur informó que el “USS Pinckney” junto con otros buques de la marina operan en esta área del Caribe como parte de sus operaciones antinarcóticos.
“Continuaremos ejerciendo nuestro legítimo derecho a navegar libremente en aguas internacionales sin reclamos ilegales”, dijo el Almirante Craig Faller, quien dirige el Comando Sur.
Estados Unidos no reconoce el segundo mandato del dictador Nicolás Maduro y considera al líder parlamentario Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.