Un cementerio judío de la ciudad portuaria de Adén, en el sur de Yemen, está siendo restaurado con el fin de preservar el último vestigio de la otrora floreciente comunidad judía del país.
“La dirección política [de Yemen] se asegura de preservar los cementerios y respeta sus cementerios judíos”, dijo el periodista local Ahmad Shalbi a la emisora pública Kan en un reportaje emitido el domingo.
Inicialmente reacio a hablar con un sitio de noticias israelí, Shalbi, que ha cubierto la renovación del cementerio en Yemen durante meses, dijo que la medida se produjo después de años de abandono.
“Este cementerio estaba descuidado y arruinado. Partes de su muro circundante estaban dañadas”, dijo, y añadió que los esfuerzos para renovar el lugar fueron dirigidos primero por organizaciones civiles voluntarias antes de que el general Aidarus Qassem Abdulaziz al-Zoubaidi, presidente del Consejo de Transición del Sur de Yemen, se involucrara.
“Estableció un grupo de trabajo para renovar el cementerio y los muros que lo rodean, así como otros cementerios que han sido descuidados a lo largo de los años”, dijo Shalbi.
Según un funcionario yemení citado por Kan, la renovación del cementerio judío “es un mensaje a todos los residentes de Adén de que Adén es una ciudad de paz y que no aceptaremos ningún daño a ningún lugar sagrado”.
El cementerio judío de Adén existe desde hace más de 160 años y se cree que alberga cientos de tumbas pertenecientes a miembros de una comunidad que ya no existe.
Un investigador local dijo a los medios de comunicación locales que, según la tradición judía, el cementerio es el lugar de enterramiento del personaje bíblico Abel.
Y aunque se está trabajando y se han restaurado partes importantes del muro del cementerio, las tumbas siguen necesitando una atención urgente, según el informe, que requiere un presupuesto que Yemen, devastado por la guerra, podría dudar en asignar.
No obstante, la iniciativa yemení de restaurar el cementerio no debe tomarse a la ligera, y es aún más sorprendente si se tiene en cuenta la guerra civil entre una coalición liderada por Arabia Saudita y los rebeldes hutíes respaldados por Irán, en la que el país lleva años enfrascado.
Aunque la tregua establecida en abril está intacta, las tensiones siguen siendo elevadas.
Los rebeldes hutíes han llevado a cabo una persecución sistemática de los pocos judíos que quedan en Yemen, expulsando a la antigua comunidad del país casi por completo.
Según un informe de la ONU publicado en febrero, quedaban siete judíos en el país.
La comunidad judía yemení llegó a tener más de 50.000 miembros, pero entre 1949 y 1950, Israel trajo a casi 49.000 judíos yemeníes al Estado.