KYIV, Ucrania (AFP) – El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, advirtió el sábado que solo un avance diplomático y no una victoria militar directa podría poner fin a la guerra de Rusia contra su país, mientras Moscú cortaba el suministro de gas a Finlandia.
“Hay cosas que únicamente pueden alcanzarse en la mesa de negociaciones”, dijo Zelensky, justo cuando Rusia afirmó que sus misiles de largo alcance habían destruido un cargamento de armas occidentales destinado a las tropas ucranianas.
Tras algo más de 12 semanas de encarnizados combates, las fuerzas ucranianas han frenado los intentos rusos de tomar Kiev y la ciudad septentrional de Kharkiv, pero están sometidas a una renovada e intensa presión en la región oriental de Donbás.
El ejército de Moscú ha arrasado y tomado la ciudad portuaria de Mariupol, en el sureste, y ha sometido a las tropas y ciudades ucranianas del este a un implacable ataque terrestre y de artillería.
Los aliados occidentales de Zelensky han enviado armamento moderno a sus fuerzas y han impuesto amplias sanciones a la economía rusa y al círculo íntimo del presidente ruso Vladimir Putin.
Pero el Kremlin ha respondido interrumpiendo los suministros energéticos europeos, y el sábado cortó los envíos de gas a Finlandia, que enfureció a Moscú al solicitar su ingreso en la alianza de la OTAN.
Será sangriento
En este contexto, Zelensky dijo a la televisión ucraniana que la guerra terminará “a través de la diplomacia”.
Advirtió que el conflicto “será sangriento, habrá combates, pero solo terminará definitivamente a través de la diplomacia”, prometiendo únicamente que el resultado será “justo” para Ucrania.
“Las discusiones entre Ucrania y Rusia tendrán lugar decididamente. No sé en qué formato: con intermediarios, sin ellos, en un grupo más amplio, a nivel presidencial”, dijo.
Para eludir las sanciones financieras y obligar a los clientes europeos de energía a apuntalar su banco central, Putin ha exigido que los importadores de “países no amigos” paguen el gas en rublos.
El gigante energético ruso Gazprom dijo que había interrumpido el suministro a la vecina Finlandia al no haber recibido los pagos en rublos de la compañía energética estatal finlandesa Gasum a finales del viernes.
Gazprom suministró 1.490 millones de metros cúbicos de gas natural a Finlandia en 2021, alrededor de dos tercios del consumo de gas del país, pero solo el ocho por ciento de su uso total de energía.
Gasum dijo que compensaría el déficit con otras fuentes, a través del gasoducto Balticconnector, que une Finlandia con Estonia, otro miembro de la Unión Europea.
Moscú cortó el gas a Polonia y Bulgaria el mes pasado en una medida que la Unión Europea calificó de “chantaje”, pero los importadores de algunos otros países de la UE más dependientes del gas ruso planean abrir cuentas en rublos en el banco de Gazprom.
Finlandia y la vecina Suecia rompieron esta semana su histórico no alineamiento militar y solicitaron su ingreso en la OTAN, después de que el apoyo público a la alianza se disparara tras la invasión rusa de Ucrania.
Grave error
Moscú ha advertido a Finlandia que entrar en la OTAN sería “un grave error con consecuencias de largo alcance” y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, dijo que respondería con la construcción de bases militares en el oeste de Rusia.
Sin embargo, tanto Finlandia como Suecia están ahora aparentemente en la vía rápida para unirse a la alianza militar, y el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha ofrecido esta semana “un respaldo total y completo” a sus candidaturas.
Los 30 miembros actuales de la OTAN deben estar de acuerdo con cualquier nuevo miembro, y Turquía ha condenado la supuesta tolerancia de Suecia hacia los militantes kurdos, pero los diplomáticos confían en evitar el veto.