Los medios estatales de Irán informan que el número de víctimas mortales de las dos explosiones cerca de la tumba del general asesinado de la Guardia Revolucionaria, Qasem Soleimani, ha aumentado a 103 personas, ya que algunos de los heridos han fallecido a causa de sus heridas.
La agencia oficial de noticias IRNA también informa que 141 personas resultaron heridas en la explosión, algunas de ellas en estado crítico.
Según fuentes bien informadas, las explosiones fueron activadas por control remoto, y se produjeron con diez minutos de diferencia, según el alcalde de Kerman, Saeed Tabrizi, citado por la agencia de noticias estatal ISNA.
El vicegobernador de Kerman, Rahman Jalali, calificó el atentado de “terrorista”, sin dar más detalles. Irán tiene múltiples enemigos que podrían estar detrás del asalto, incluidos grupos de exiliados, organizaciones militantes y actores estatales.
Soleimani fue el arquitecto de las actividades militares regionales de Irán y es aclamado como un icono nacional entre los partidarios de la teocracia iraní. También desempeñó un papel importante en el apoyo al gobierno del presidente sirio Bashar Assad durante la guerra civil en Siria.