WASHINGTON – El príncipe heredero de Arabia Saudita advirtió en una entrevista emitida el domingo que los precios del crudo podrían subir a “cifras inimaginablemente altas” si el mundo no se une para disuadir a Irán, pero dijo que preferiría una solución política a una militar.
“Si el mundo no toma una acción fuerte y firme para disuadir a Irán, veremos más escaladas que amenazarán los intereses mundiales”, dijo el Príncipe Heredero Mohammed bin Salman al programa de la CBS “60 Minutos”.
El príncipe heredero, en una entrevista realizada el martes, dijo que estuvo de acuerdo con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, en que los ataques del 14 de septiembre contra las instalaciones petroleras del reino fueron un acto de guerra de Irán.
Pero dijo que prefería una solución pacífica porque “es mucho mejor que la militar”. Añadió que una guerra entre Arabia Saudita e Irán colapsaría la economía mundial. Estados Unidos, las potencias europeas y Arabia Saudita han culpado a Irán de los ataques. Teherán ha negado cualquier implicación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, debería reunirse con el presidente iraní Hassan Rouhani para elaborar un nuevo acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán y su influencia en todo Oriente Medio, dijo el príncipe heredero.
Días antes del aniversario del 2 de octubre de 2018, el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en un consulado saudí en Turquía, dijo el príncipe heredero: “Absolutamente no”, cuando se le preguntó si había ordenado el asesinato. Pero dijo que asumió toda la responsabilidad, “ya que fue cometido por individuos que trabajaban para el gobierno saudí”.
Los precios del petróleo subieron aproximadamente un 12% el 16 de septiembre, después de que el ataque cortara la producción del reino a la mitad e intensificara la preocupación por las acciones de represalia en Oriente Medio. Inicialmente, los precios subieron alrededor de un 20%, y el crudo Brent registró su mayor ganancia intradía desde la crisis del Golfo de 1990-1991, antes de retroceder a medida que varias naciones dijeron que aprovecharían los suministros de emergencia para mantener al mundo abastecido con petróleo.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, descartó la participación yemení y acusó a Irán de liderar los ataques.
Arabia Saudita normalmente envía más de 7 millones de barriles diarios de petróleo a destinos globales y durante años ha servido como proveedor de último recurso del mercado. Saudi Aramco ha estado buscando prepararse para una venta de acciones que la convierta en la compañía cotizada más grande del mundo.