El 4 de agosto de 2024, el científico nuclear iraní Ali Kalvand y cuatro colaboradores ingresaron a Moscú con pasaportes diplomáticos emitidos semanas antes del viaje, según el Financial Times. Aunque declararon representar a una consultora con sede en Teherán, la visita se centró en instalaciones rusas vinculadas al desarrollo de tecnologías de doble uso con aplicaciones civiles y nucleares, según el informe basado en registros oficiales.
Durante su estadía en Rusia, la delegación visitó una institución científica que trabaja en tecnología relevante para la producción de armamento nuclear. El medio no logró identificar los componentes específicos que Irán buscaba, aunque indicó que uno de los visitantes, Soroush Mohtashami, es especialista en generadores de neutrones, un componente clave para activar la detonación de ciertos dispositivos nucleares, según la información recopilada por el diario británico.
El grupo incluyó a Javad Ghasemi, exdirector ejecutivo de una firma iraní sancionada por Estados Unidos por actividades vinculadas al desarrollo de armas nucleares, y a Rouhollah Azimirad, científico principal de la Organización de Innovación e Investigación Defensiva de Irán (SPND), considerada por diversos gobiernos como la entidad sucesora del programa oficial iraní de armamento nuclear.
En una carta enviada a Oleg Maslennikov, científico ruso, Kalvand propuso discutir y acordar aspectos técnicos y de producción relacionados con el desarrollo de dispositivos electrónicos, además de explorar posibles vías para ampliar la cooperación científica. Este documento fue incluido entre los materiales revisados por el Financial Times, que señala también un objetivo adicional de la visita.
El informe precisa que Kalvand solicitó en mayo de 2024, mediante una carta a un proveedor ruso, tres isótopos nucleares para investigación: tritio, estronio-90 y níquel-63. Todos tienen aplicaciones comprobadas en la fabricación y prueba de armamento nuclear. No obstante, el medio británico indicó que no halló evidencia documental que confirme la entrega de los materiales solicitados.
En junio de 2025, Israel atacó instalaciones nucleares iraníes tras concluir que Teherán había ejecutado acciones sin precedentes hacia la construcción de un arma nuclear. El ataque derivó en una confrontación armada de 12 días entre Israel y la República Islámica.