Cinco civiles murieron y otras trece personas resultaron heridas durante un ataque armado contra un edificio judicial en la ciudad de Zahedán, en la provincia de Sistán-Baluchistán, en el sureste de Irán. El hecho ocurrió el sábado, según informaron medios estatales iraníes. Las autoridades calificaron el suceso como un “ataque terrorista” y advirtieron que el número de víctimas podría aumentar, ya que los datos permanecen en evaluación preliminar.
El portal judicial Mizan Online indicó que “hombres armados desconocidos atacaron el centro judicial en Zahedán”. La agencia de noticias oficial IRNA reportó que tres de los atacantes murieron durante el enfrentamiento. La información fue atribuida a la sede regional del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI), fuerza que intervino en el lugar de los hechos.
Alireza Daliri, comandante adjunto de la policía provincial, señaló que los agresores intentaron ingresar al edificio vestidos como visitantes. Una vez dentro, lanzaron una granada, lo que provocó la muerte de varias personas, entre ellas un bebé de un año y su madre, quienes se encontraban en el recinto al momento del ataque.
Medios iraníes informaron que el grupo yihadista Jaish al-Adl, conocido por operar en la región y tener base en Pakistán, se adjudicó la autoría del ataque. El grupo, activo también dentro del territorio iraní, ha sido responsabilizado por acciones similares en el pasado, de acuerdo con las autoridades locales.
Eight Killed in Terrorist Attack on Judiciary Building in Southeast Iran
— PARAMOUNT NEWS UPDATE (@ParamountU12994) July 26, 2025
At least eight people, including five civilians and three assailants, were killed in a terrorist attack on a judiciary building in Zahedan, the capital of Iran's southeastern Sistan Baluchistan province pic.twitter.com/GJz9lniLqL
Sistán-Baluchistán se ubica a unos 1.200 kilómetros al sureste de Teherán y limita con Pakistán y Afganistán. La provincia ha sido escenario de numerosos enfrentamientos entre fuerzas de seguridad iraníes, insurgentes de la minoría baluchi, terroristas sunitas radicales y redes de narcotráfico. En octubre, diez policías murieron durante otro ataque armado en la misma región, calificado también como “terrorista” por las autoridades.