Dos cineastas iraníes encarcelados han desafiado a las autoridades iraníes, prometiendo en un mensaje a sus colegas del Festival de Cine de Venecia que no dejarán de crear.
Mohammad Rasoulof y Jafar Panahi -cuya película “Khers Nist” (No Bears) compite por el máximo galardón de Venecia, el León de Oro- llevan entre rejas desde julio, gracias a la represión de las voces disidentes en todos los sectores de la sociedad.
Rasoulof, de 50 años, fue detenido tras haber lanzado una petición de directores y actores en la que se instaba a las fuerzas de seguridad a deponer las armas ante la ola de protestas.
Su película contra la pena de muerte, “There is No Evil”, ganó el Oso de Oro en el festival de cine de Berlín en 2020.
El también premiado director Panahi, de 62 años, fue detenido mientras buscaba información sobre el paradero de Rasoulof y se le dijo que tenía que cumplir una condena de seis años dictada anteriormente.
Un tercer cineasta, Mostafa Aleahmad, también fue detenido y encarcelado en julio.
En el comunicado emitido el domingo por los organizadores del festival, los directores afirmaron que, como miembros del movimiento de cine independiente de Irán con vocación de crear, “los que están en el poder nos ven como criminales”.
“La historia del cine iraní es testigo de la presencia constante y activa de directores independientes que han luchado para hacer retroceder la censura y garantizar la supervivencia de este arte”, escribieron los directores.
“En este camino, a algunos se les prohibió hacer películas, otros se vieron obligados a exiliarse o fueron reducidos al aislamiento. Y, sin embargo, la esperanza de volver a crear es la razón de su existencia”, dice el comunicado.
“No importa dónde, cuándo o en qué circunstancias, un cineasta independiente está creando o pensando en crear. Somos cineastas, independientes”.
Panahi ha ganado un montón de premios en festivales internacionales por películas que critican el Irán moderno, incluido el máximo premio en Berlín por “Taxi” en 2015, y el mejor guión en Cannes por su película “Three Faces” en 2018.
Fue detenido en 2010 a raíz de su apoyo a las protestas antigubernamentales y posteriormente condenado por “propaganda contra el sistema.” La pena de seis años que cumple ahora está relacionada con esa condena.
La actual represión en Irán, que se produce al cumplirse un año de gobierno del presidente Ebrahim Raisi, antiguo jefe del poder judicial ultraconservador, no sólo se dirige a los artistas.
Se ha detenido a críticos del régimen de muy diversos sectores, desde activistas sindicales, pasando por activistas contra el uso obligatorio del pañuelo para las mujeres, hasta minorías religiosas.
Los festivales internacionales de cine, incluidos los de Venecia y Cannes, han pedido la liberación de los cineastas.