El comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní, Esmail Ghaani, estuvo en Irak esta semana como parte de los esfuerzos coordinados de Irán para expulsar a las fuerzas estadounidenses de la región, según los informes. Al-Arabiya y otros medios sugirieron que su visita fue programada para coincidir con una visita del ministro de energía de Irán para sellar un acuerdo con Irak para continuar suministrando energía a Bagdad.
Ghaani, un experto en Afganistán y Pakistán que tomó el lugar de Qasem Soleimani después de que este último fuera destruido por un misil estadounidense en enero, ha luchado por mostrar liderazgo en su papel con el CGRI. Fue a Irak en abril y su visita no fue bien recibida.
Irak tiene un nuevo primer ministro que está luchando para controlar las fuerzas de seguridad y también tratar con los insurgentes de ISIS.
Ghaani no es bien recibido por los miembros de habla árabe de algunas facciones de Hashd al-Shaabi, las poderosas milicias pro-iraníes en Irak. Sin embargo, quiere unificar estas facciones con la ayuda de un miembro de Hezbolá llamado Sheikh Mohamed Kawtharani y Abu Fadak, un líder clave del Hashd.
No se sabe todo lo que ha pasado en Irak en los últimos seis meses y el país se tambalea de una crisis a otra y mientras Irán y los Estados Unidos apelan a sus corazones y mentes. El país es pobre, dividido y lleno de manifestantes y una nueva insurgencia de ISIS. Sus fuerzas de seguridad divididas significan que nadie tiene un control claro.
La milicia Harakat Hezbolá al-Nujaba, parte de las Unidades de Movilización Popular (PMU), advirtió a las “fuerzas extranjeras” y a los EE.UU. que no se quedaran en Irak esta semana. El jefe del PMU, Falih Fayyadh, también le ha dicho al PMU que rompa sus alianzas sectarias y políticas y que sea leal a la unidad en vez de a varios jeques y partidos políticos.
Sin embargo, el PMU está formado por grupos que juran lealtad al Irán o que a veces están vinculados al ayatolá Ali Sistani y a varios santuarios y partidos como la Organización Badr. Akram Al-Kaabi, jefe de Nujaba, pareció responder a Fayyadh jurando lealtad a Irán el 3 de junio.
Mientras tanto, Al-Arabiya ha perfilado otra unidad en el PMU, Kataib Hezbolá, que es un representante clave de Irán. Ha llevado a cabo ataques contra los Estados Unidos y los EE.UU. mataron a su líder Abu Mahdi al-Muhandis, en enero. Fue asesinado con Soleimani.
El viaje de Ghaani a Bagdad, si realmente ocurrió, puede presagiar más movimientos iraníes contra los Estados Unidos. Los EE.UU. están agarrados por crisis, pandemias y protestas, e Irán puede ver una apertura.
Según un canal de telegramas que informó sobre la visita de Ghaani, él estaba en Irak para continuar trabajando para conseguir que Irak expulse a las fuerzas de EE.UU. retirando el mandato de la Coalición anti-ISIS liderada por Estados Unidos para continuar trabajando. Los EE.UU. han consolidado sus fuerzas en Irak en un puñado de bases en los últimos meses y muchos socios de la Coalición retiraron sus fuerzas debido a COVID-19. Sin embargo, la Coalición publica comunicados de prensa diciendo que todavía continúa martillando a ISIS en Irak.
El periódico iraní Tasnim news, cuya foto de fondo en Twitter es una bandera estadounidense ardiendo, dijo el viernes que “Bagdad rechazará cualquier intento de EE.UU. de prolongar la presencia de las fuerzas estadounidenses en el país”. El mensaje es claro: Irán quiere que Irak siga las órdenes de Teherán y saque a los EE.UU. Sería una gran vergüenza para los EE.UU. que se le pidiera que dejara Irak y dañara gravemente el papel de Estados Unidos en la región. Irán tiene la esperanza de poder trabajar lentamente en Bagdad para conseguir lo que quiere. Un nuevo acuerdo de energía y otros métodos del pulpo iraní para controlar Irak es parte de esta influencia para hacer que los Estados Unidos se vayan.