SEÚL – Corea del Sur ha utilizado 18 millones de dólares de activos iraníes congelados para pagar las cuotas de Teherán a la ONU, dijo Seúl el domingo, en una medida para restaurar inmediatamente el derecho de voto del país.
El pago se realizó el viernes en cooperación con Estados Unidos y la ONU después de que Irán hiciera una “petición de emergencia” solicitando a Corea del Sur el pago de las cuotas, dijo el Ministerio de Finanzas de Seúl en un comunicado.
Irán tiene más de 7.000 millones de dólares en fondos para envíos de petróleo congelados en dos bancos surcoreanos debido a las sanciones de Estados Unidos.
“Se espera que el derecho de voto de Irán en la Asamblea General de la ONU se restablezca inmediatamente con el pago”, dijo el ministerio.
La misión de Teherán en la ONU dijo a la AFP que el pago había sido “completado”.
La república islámica era el tercer mayor socio comercial de Corea del Sur en Oriente Medio antes de que Estados Unidos se retirara unilateralmente de un acuerdo nuclear de 2015 entre Teherán y las potencias mundiales y volviera a imponer sanciones paralizantes.
La ONU citó el impago de cuotas cuando suspendió el derecho de voto de Irán en la Asamblea General a principios de este mes.
Según la Carta de la ONU, el derecho de voto de un país miembro se suspende cuando sus atrasos son iguales o superiores a las cuotas que debería haber pagado en los dos años anteriores.
Irán también perdió su derecho de voto por impago de cuotas el año pasado. Dijo que no podía pagar ni siquiera la cantidad mínima debido a las sanciones económicas de Estados Unidos.
Tras meses de negociaciones, se le concedió una exención -se le permitió acceder al dinero bloqueado por el Tesoro estadounidense- y recuperó su voto en junio, a tiempo para la elección de los nuevos miembros del Consejo de Seguridad.
La semana pasada, Irán fue la única nación que se opuso a una resolución en la Asamblea General de las Naciones Unidas destinada a combatir la negación del Holocausto, en lo que fue sólo la segunda vez desde la creación de Israel que una medida que su delegación presentó ante el foro logró ser aprobada.
Ciento catorce países copatrocinaron la resolución A/76/L30 y sólo Irán expresó públicamente su oposición. El representante de la República Islámica -cuyos dirigentes tienen un largo historial de negación del Holocausto- afirmó que la resolución suponía un nuevo intento de Israel “de explotar el sufrimiento del pueblo judío en el pasado como tapadera de los crímenes que ha perpetrado durante las últimas siete décadas contra los países de la región”.