En Irán se ha informado hoy del asesinato del coronel Hassan Sayad Khodayari, un alto oficial de la Guardia Revolucionaria que estaba implicado en actos terroristas contra objetivos israelíes en África y Sudamérica.
Los Guardias Revolucionarios calificaron el asesinato de “acto terrorista criminal por parte de elementos opuestos a la revolución y vinculados a la arrogancia mundial”.
El incidente ocurrió alrededor de las cuatro de la tarde, cuando el oficial se encontraba cerca de su casa en la calle Mahadi al-Islam de Teherán. Allí, a corta distancia, se produjeron disparos desde una motocicleta, con armas con silenciador. El coronel murió en el acto, y las informaciones sobre su asesinato empezaron a inundar los medios de comunicación del país y de todo el mundo. Al mismo tiempo, las fuerzas de seguridad de Irán empezaron a buscar al equipo de ejecutores.
“Un miembro de una fuerza que lucha por Irán para proteger a los chiíes y sus templos en Siria o Irak murió en un raro intento de asesinato en Teherán”, dijo la agencia. “Dos personas a bordo de una motocicleta dispararon contra uno de los defensores del templo”, dijo el informe. El término “defensores del templo sagrado” se refiere a asesores y personal militar que, según Irán, luchan en su nombre para proteger los sitios chiíes en Irak y Siria de grupos como el ISIS.
Al mismo tiempo, la agencia de noticias ISNA informó de que los Guardias Revolucionarios habían desenmascarado y detenido a una red de agentes de inteligencia israelíes. “Siguiendo las instrucciones del servicio de inteligencia del régimen sionista, la red trató de robar y destruir equipos públicos y personales, secuestrar y obtener falsas confesiones a través de una red de matones”, dijeron los Guardias Revolucionarios.
En abril, se informó en Irán de que unos hombres armados abrieron fuego en la ciudad de Zahdan contra un vehículo en el que viajaba un general de la Guardia Revolucionaria, matando a su guardaespaldas. Según el informe, el general Hussein Almasi sobrevivió a la emboscada sin sufrir heridas. Las autoridades han detenido a varios sospechosos, pero no han revelado sus identidades.
La agencia de noticias semioficial iraní Fars informó de que tres espías del Mossad fueron detenidos en el mismo lugar donde se produjo el tiroteo contra el general. El informe, citado por el ministro de inteligencia, no especificaba la nacionalidad de los espías. La región, colindante con Pakistán y Afganistán, es escenario de enfrentamientos entre bandas de narcotraficantes y suníes que luchan contra las autoridades chiíes del país.
En noviembre de 2020 fue asesinado en Teherán el padre del programa nuclear iraní, Mohsen Fakhrizadeh. El asesinato se llevó a cabo utilizando un arma de una tonelada introducida de contrabando en el país en parte de agentes del Mossad. Según fuentes de los servicios de inteligencia, un grupo de más de 20 agentes, entre ellos de nacionalidad israelí e iraní, participó en la operación de asesinato que se produjo tras ocho meses de vigilancia.
Los medios de comunicación iraníes informaron de que Fakhrizadeh murió en un hospital del país después de que unos asesinos armados le dispararan mientras estaba sentado en su auto. Poco después del asesinato, Teherán señaló a Israel como culpable. El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Muhammad Javad Zarif, tuiteó entonces que había “serias pruebas de la implicación israelí”.