Los dos países del Golfo inician una nueva etapa de acercamiento diplomático, buscando poner fin a siete años de enfrentamientos y tensiones en la región.
Delegaciones diplomáticas en acción
Una delegación iraní arribó a Riad para trabajar en la reapertura de misiones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí. Este evento sucede días después de una visita recíproca de una delegación saudí a Teherán, y una histórica reunión entre sus ministros de Asuntos Exteriores en China.
La delegación iraní se dividirá en dos grupos: uno se dirigirá a Yeda para preparar la reapertura del consulado iraní y su representación en la Organización de Cooperación Islámica, mientras que el otro permanecerá en Riad para reabrir la embajada.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, ha sido invitado a Arabia Saudí, lo que sería la primera visita presidencial desde 1999.
Acercamiento tras años de tensiones
Este acercamiento se da luego del anuncio del mes pasado, en el que ambos países, con la mediación de China, comunicaron su intención de trabajar en la normalización de relaciones.
Las relaciones se rompieron en 2016 después de que manifestantes iraníes atacaron misiones diplomáticas saudíes en respuesta a la ejecución del clérigo chií saudí Nimr al-Nimr.
Desde el anuncio del 10 de marzo, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países se han reunido en China y una “delegación técnica” saudí visitó Teherán la semana pasada.
Arabia Saudí negocia con los rebeldes hutíes de Yemen
Además de estos encuentros, Arabia Saudí también negocia con los rebeldes hutíes de Yemen, respaldados por Irán, ocho años después de iniciar una intervención militar en el país.
El embajador saudí Mohammed Al-Jaber viajó a Saná con el objetivo de “estabilizar” una tregua y trabajar en una “solución política global” entre los hutíes y el gobierno derrocado.
Intereses saudíes en la normalización
Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo, busca poner fin a la guerra en Yemen para concentrarse en proyectos nacionales destinados a diversificar su economía, actualmente dependiente del petróleo.
La normalización de relaciones entre Irán y Arabia Saudí podría marcar el inicio de una nueva era de estabilidad y cooperación en una región históricamente conflictiva.