Los fiscales de EE.UU. presentaron el miércoles una demanda para incautar la gasolina a bordo de cuatro petroleros que Irán está enviando a Venezuela, el último intento de la administración Trump de aumentar la presión económica sobre los dos enemigos de Estados Unidos.
El régimen del dictador socialista venezolano Nicolás Maduro ha hecho alarde de los petroleros, que partieron el mes pasado, para mostrar que sigue sin ceder ante la presión de Estados Unidos. Los Estados Unidos han estado presionando para el derrocamiento de Maduro con una campaña de medidas diplomáticas y punitivas, incluyendo sanciones a la compañía petrolera estatal PDVSA.
La escasez de gasolina en Venezuela, al igual que Irán, miembro de la OPEP, se ha agudizado debido a las sanciones de EE.UU., y el país ha sufrido un colapso económico. Aún así, Maduro ha aguantado, y el hecho de no haberle desbancado ha sido fuente de frustración para el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, según han dicho en privado algunos funcionarios estadounidenses.
En la demanda de confiscación civil, los fiscales federales pretenden detener la entrega de gasolina iraní a bordo del Bella y el Bering, con bandera de Liberia, y del Pandi y el Luna, según la demanda, publicada por primera vez en el Wall Street Journal. También busca disuadir futuras entregas.
La demanda, presentada en la Corte de Distrito de los EE.UU. para el Distrito de Columbia, también tiene como objetivo detener el flujo de ingresos por la venta de petróleo a Irán, que Washington ha sancionado por su programa nuclear, misiles balísticos, y la influencia en todo el Oriente Medio. Teherán dice que su programa nuclear es para fines pacíficos.
Zia Faruqui y otros dos abogados estadounidenses asistentes alegan en la demanda que el empresario iraní Mahmoud Madanipour, afiliado al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, o CGRI, ayudó a organizar los envíos cambiando documentos sobre los petroleros para evadir las sanciones estadounidenses.
La demanda dice que desde septiembre de 2018, la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria ha transportado petróleo a través de una red de transporte marítimo sancionado en la que participan docenas de administradores de buques, embarcaciones y facilitadores.
Los beneficios de los envíos apoyan “toda la gama de actividades nefastas, incluyendo la proliferación de armas de destrucción masiva y sus medios de entrega, el apoyo al terrorismo y una variedad de abusos de los derechos humanos, en el país y en el extranjero”, dice la demanda.
Los barcos que transportaban gasolina iraní se dedicaron a realizar transferencias de barco a barco para evadir las sanciones, según la demanda. El Pandi, por ejemplo, se dedicó a dicha transferencia en Port Khalid, en los Emiratos Árabes Unidos, para cargar subrepticiamente la gasolina iraní, dijo.