Diplomáticos occidentales dicen que durante la semana pasada Israel lanzó tres ataques contra los depósitos de misiles de Irán en Irak, dijo el miércoles Asharq Alawsat, un canal de información pan-árabe con sede en Londres.
Según fuentes citadas, los ataques se llevaron a cabo bajo los “acuerdos” alcanzados entre Estados Unidos y Rusia, según los cuales la seguridad de Israel debería ser una de las tareas prioritarias. Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos y Rusia acordaron que a Israel se le debe permitir monitorear las actividades de Irán en Siria e Irak y atacar objetivos identificados con Irán que podrían representar una amenaza a la seguridad de Israel a través de misiles de largo alcance de alta precisión y otras armas.
El martes, las agencias de noticias iraquíes informaron de una importante explosión en un depósito de armas que pertenecía a un grupo rebelde apoyado por Irán en el norte de Bagdad. Esta fue la última de una serie de misteriosas explosiones en bases militares y depósitos de municiones en todo el país en las últimas semanas.
Las explosiones tuvieron lugar en bases y almacenes pertenecientes a grupos de milicias bajo los auspicios de milicias apoyadas principalmente por iraníes, conocidas como la Fuerza de Movilización Popular. Las milicias del PMF sancionadas por el Estado lucharon junto con las fuerzas armadas iraquíes regulares contra el Estado islámico.
Un informe de la red saudí indica que los misiles destruidos el martes fueron entregados a Irak por las milicias chiítas.
Irak acusó a Israel de este ataque. Israel ha atacado repetidamente a bases iraníes en la vecina Siria, y se ha sugerido que podría estar ampliando su campaña para incluir bases iraníes, incluido el Irak.
El martes pasado, un miembro de la Oficina de Defensa Iraquí dijo que la semana pasada un avión teledirigido israelí, apoyado por Estados Unidos, llevó a cabo una investigación sobre el ataque contra una milicia chiíta respaldada por Irán.
Ni los EE.UU. ni Israel comentaron estas alegaciones.
La semana pasada, una explosión masiva en un depósito de municiones al suroeste de Bagdad causó la muerte de un civil y dejó heridas a otras 13 personas. La causa exacta de la explosión, que asustó a los residentes y dañó las viviendas cercanas, aún se desconoce, aunque algunas autoridades hablan de almacenamiento inadecuado.
El mes pasado se produjo una explosión en la base de Amirli, en la provincia de Salaheddin, en el norte de Irak, que causó la muerte de dos iraníes y provocó un grave incendio. El ataque consistió en la liberación de explosivos de un vehículo aéreo no tripulado y algunas milicias chiítas acusaron al Estado islámico de hacerlo.
En respuesta al bombardeo, el primer ministro iraquí, Adel Abdul-Mahdi, prohibió la semana pasada los vuelos no autorizados a través del país y ordenó la retirada de todos los campos militares y depósitos de municiones fuera de las ciudades iraquíes. Ordenó una investigación urgente sobre las explosiones, que, según dijo, debería estar terminada en el plazo de una semana.